Como si fuera parte de un cronograma de presentaciones, la “función” que se despliega a diario frente al mayor coliseo argentino, ayer tuvo una nueva performance. Los jóvenes que a diario consumen y venden droga en la plaza ubicada frente al Teatro Colón se mostraron como todos los días y hasta viendo sus propias fotografías en nuestra edición del martes. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires, en tanto, se hizo presente en el lugar, aunque únicamente para podar los árboles que embellecen el pulmón verde.

Impunidad. Esta es la palabra más acertada para definir cómo se manejan los integrantes de este grupo de jóvenes muchachos, que diariamente venden drogas a plena luz del día y a la vista de todos. Sobre ellos existen varias denuncias, que no sólo se concentran en su particular manera de ganarse la vida comercializando estupefacientes, sino por los reiterados robos a vecinos de la zona y a turistas que van a fotografiar el Teatro Colón. Sin embargo, luego de la publicación que dejó al descubierto su accionar, todo sigue igual: los vecinos presos del miedo y el grupo de jóvenes, vendiendo y consumiendo las drogas que les acercan los deliveries de los narcos. Que quede claro: los vecinos no se quejan de la falta de presencia policial, sino de su incapacidad para descubrir el negocio que ellos mismos se encargaron de denunciar.

Utilizando el camuflaje de personas en situación de calle, la “ranchada” de la plazoleta San Luis, ubicada en avenida 9 de Julio y Viamonte, continúa con su descarado expendio de paco, entre otras sustancias duras. Ante esta situación, los vecinos están desesperados. Los supera la sensación de desprotección por parte de las autoridades, al percibir que, luego de sus denuncias ante la policía y ahora también, ante este medio, nada haya cambiado. Peor: el temor a alguna represalia comienza a crecer. “Los vendedores están alertas y estuvieron viendo de dónde tomaron las fotos que publicó ‘Crónica’, los vecinos estamos muy asustados ante la posibilidad de que pretendan vengarse por esta denuncia que realizamos”, comentó uno de los residentes de la zona, que por obvias razones prefirió mantener su identidad bajo reserva. Luego agregó: “Sin la debida intervención de las autoridades, la noticia no es más que una publicidad para estos chicos que venden drogas. Es que si la policía no los saca, los consumidores ahora saben dónde pueden conseguir”, señaló consternado el vecino.

En tanto, una camioneta de Ambiente y Espacio Público del gobierno de la ciudad se hizo presente ayer en el lugar, aunque sólo para podar los árboles de la mencionada plazoleta. Además, efectivos policiales dialogaron con el grupo “transa”: “Hoy (por ayer) estuvo presente la policía y la Guardia Urbana pero se quedaron durante la mañana cerca del lugar. Luego a la tarde se fueron y siguieron vendiendo aunque no tan a la vista, hubo poco movimiento esta vez”, concluyó.

Diario El Sindical ha denunciado hechos similares en la Plaza Roberto Arlt, pero la historia se repite en varias plazas de la Ciudad sin que exista control alguno de lo que pasa en los predios de la ciudad. Estos lugares son focos de delito.