Lo llaman “El rubio del pasaje”. Fue visto por última vez tras salir de un baile cuartetero. Su madre asegura que la Policía “lo perseguía”. Pero los investigadores vinculan el caso con el narcotráfico.
El caso es la “prioridad uno” de la Policía de Córdoba. Más de medio centenar de agentes de División Protección de las Personas buscan vivo o muerto a Facundo Rivera Alegre, un joven de 20 años desaparecido en la madrugada del 19 de febrero pasado.
Desde hace cinco meses, al “rubio del pasaje” –como lo conocían en el barrio Juniors, donde vivía con su mamá Viviana, su hija de sólo un año y su perro “Palermo”- se lo tragó la tierra .
La noche del sábado 18 de febrero, el joven fue con tres conocidos al baile del cuartetero catamarqueño Damián Córdoba en el Estadio del Centro, a tres cuadras de la Central de Policía. Cuando terminó, cerca de las 5, salió con otros cuatro allegados hacia la avenida Colón. Como lloviznaba, los cinco decidieron tomar un taxi. Pero a las tres cuadras, Facundo cruzó de calle como para tomar un colectivo y ya no se lo vio más.
“Mire, ésta es su campera. Yo pienso en el frío que hace, cómo estará mi hijo. Todos los días, desde que me levanto hasta que me acuesto, lo busco y pienso cómo estará”, dice a Clarín Viviana Alegre, madre del joven desaparecido.
Y enseguida dispara su sospecha: “ La Policía lo perseguía. Lo habían metido tres veces preso sin motivos . Mi hijo ha sido permanentemente hostigado y perseguido, aunque él nunca ha tenido causas penales, sólo lo han llevado por contravenciones. El domingo 19 de febrero, cuando me levanté a las 7 y no lo vi, me preocupé y pensé: ‘la Policía se lo llevó’. Es la única que tiene la capacidad operativa de hacerlo desaparecer y que durante cinco meses no aparezca vivo ni muerto”, denunció.
Viviana tiene un hermano desaparecido durante la dictadura en el centro clandestino “El Pozo” de Banfield.
Y su cuñada, embarazada de seis meses, desapareció en la ESMA.
Una de las abogadas de la mujer, Gloria Rodríguez Ruiz, es menos tajante: “Es un horror si la Policía lo hizo desaparecer para cubrir un exceso policial, porque es una institución que nos debe cuidar. Y si la Policía no fue, s igue siendo un horror que, pasados cinco meses, no sepamos nada de Facundo ”, sostuvo. Hace un mes, Alegre decidió sumar al caso al abogado de HIJOS, Claudio Orosz.
El encargado de la investigación es el fiscal Alejandro Moyano, quien no tiene elementos para vincular a la Policía con la desaparición del “rubio del pasaje”. “Es cierto lo que dice la mamá de Facundo: la Policía tiene la estructura para hacer desaparecer una persona. Pero no es la única que puede hacerla desaparecer”, deslizan en la Fiscalía.
Las mafias del narcotráfico tienen capacidad operativa para hacerlo. Y ahí está centrada la investigación . “El rubio del pasaje” era un seudónimo que usaba Facundo en su barrio y en Facebook. Pero en los barrios Acosta, San Vicente y Müller –en la zona este de Córdoba, donde operan los narcos–, lo conocían como “Polaco”. Y hay un “Polaco” que tiene algunas vinculaciones con narcotraficantes del sector.
La hipótesis de la persecución y acoso policial está casi descartada , porque en las tres detenciones por presunta infracción del Código de Faltas actuaron seis policías distintos. Y la noche del baile en el Estadio del Centro actuaron nueve móviles con 18 agentes: “Ninguno de los 18 se repite con los seis de las detenciones”, confiaron fuentes de la investigación. El ministro de Seguridad provincial, Alejo Paredes, aseveró que “no hay ninguna pista que involucre al personal policial” en el caso. Además, ningún testigo de las siete cuadras que duró el recorrido de Facundo, desde la salida del baile hasta que desapareció, vio escenas de represión policial .
Mañana se hará en la capital cordobesa una nueva marcha y una radio abierta en reclamo de la “aparición con vida de Facundo”. Desde hace meses, se sumaron organismos de derechos humanos y partidos de izquierda para apoyar a la familia del joven.
