Por decreto, el intendente de Pinamar oficializó la desvinculación de la jefa del área de Tesorería, quien carga con una imputación penal por un presunto desfalco millonario. Según la causa judicial, se acumuló contra la funcionaria un total de 11 videos, grabados entre el 24 de enero y el 4 de febrero, donde se la ve tomando fajos de dinero y guardándolos en su cartera.
Por Decreto y con discreción de madrugada, el municipio oficializó la desvinculación de Norma Beatriz Watson, jefa del área de Tesorería, quien carga con una imputación penal por un presunto desfalco millonario. Según la causa judicial, se acumuló contra la funcionaria un material que ya es casi cine documental: 11 videos, grabados entre el 24 de enero y el 4 de febrero, donde se la ve tomando fajos de dinero y guardándolos en su cartera mientras cumplía sus funciones públicas.
La acusación incluye además un catálogo completo de irregularidades: maniobras contables adulteradas, diferencias de caja, doble registración de ingresos y uso creativo de la cuenta “Ingresos Pendientes”, que al parecer funcionaba más como un limbo administrativo que como una herramienta contable.
La justicia intenta determinar el alcance económico del presunto ardid, pero no logra precisar desde cuándo se habría extendido. Lo único claro es que se trata de cifras millonarias, una palabra que en Pinamar ya suena a estribillo recurrente.
Cuando las imágenes se viralizaron, la identidad de la mujer se conoció enseguida: Norma Watson, 59 años, más de 30 de antigüedad municipal, algunas sanciones pecuniarias en su legajo y, según algunos, a punto de jubilarse.
La defensa de Watson, por su parte, ofreció una explicación digna de guion cinematográfico: que el dinero era suyo y que, por la inseguridad en Pinamar, prefería llevar encima todos los días lo que para cualquier otra persona sería una fortuna.
Desde la comuna culpan a la fiscalía y a la Policía Federal por no detener a la funcionaria al salir del edificio municipal, culpa que fue transmitida a través del “vocero” del intendente Diego Andrés Uribe.
La doble vara de un intendente que debería ser investigado judicialmente
Juan Manuel Ibarguren es un intendente bastante curioso y que debería ser investigado por la justicia, específicamente por la misma Fiscalía a la que apuntó las criticas.
Con fecha 31 de enero del 2025, el municipio de Pinamar, radica una denuncia penal contra Norma Beatriz Watson (Legajo N° 129), quien se desempeña como Jefa del Departamento de
Tesorería, por la posible comisión del delito de defraudación por administración fraudulenta y/o
cualquier otra figura penal que pudiera corresponder, en virtud de presuntas maniobras irregulares
detectadas; lo que da lugar a su imputación formal en la causa IPP N° 03-03-000765-25, en trámite
ante la U.F.E.C. N° 4 del Departamento Judicial Dolores, a cargo del Fiscal Pérez Mario Rafael.
Luego de unos meses y con los medios obligados a ocuparse de una situación incómoda en la cual más allá del escándalo por las maniobras infiel de la funcionaria, preocupa que no se sabe con precisión cuánto es el monto millonario faltante ni desde cuando ocurre, evidenciando que hay más responsables de mínima en la falta de controles.
Más allá de lo correcto en instruir el sumario, es llamativo que se tome una sanción de cesantía, la más grave que implica la imposibilidad de volver a trabajar en la administración Pública, cuando no se ha dictado sentencia alguna a la hoy imputada, lo que vulnera el principio jurídico de principio de inocencia.
Por el contrario, el intendente Juan Manuel Ibarguren, lleva meses sin adoptar medida alguna con respecto al Director de Obras Particulares Nicolás Villalba, el cual de mínima ha sido negligente en sus funciones al no controlar las irregularidades en las obras en construcción, en una de ellas muere Fausto Maldonado, dejando al descubierto irregularidades que no podían pasar desapercibidas por los inspectores municipales y mucho menos por Villalba a quien otros obreros declararon haber visto en la obra.
Carina Zabala, la mamá de Fausto lleva meses grabando y tomando fotografías de las irregularidades en las obras que podrían terminar en accidentes o tragedias, a pesar de sus denuncias en el municipio, en el HCD de Pinamar y en el Ministerio de Trabajo Bonaerense, TODO SIGUE IGUAL.
El intendente debería dar explicaciones en la justicia por la conducta de Villalba, por la falta de controles del municipio en el manejo del dinero público que llevaba adelante la Tesorería Municipal y también sobre algunos gastos innecesarios del municipio pagados a él y su esposa Catalina Mielke que cumplía funciones de fotógrafa del municipio, por dar un ejemplo.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
