Justicia por Fausto, Pinamar se divide entre los ciudadanos honestos y los corruptos

Mientras Carina Zabala sigue reclamando justicia, cargando con la dolorosa ausencia de su hijo Fausto Maldonado, una víctima de la necesidad de trabajar en las condiciones que imponen aquellos que con el dinero actúan sin importarles la Ley y la vida de los demás, solo por el hecho de sentirse impunes.

En los meses transcurridos desde la muerte de Fausto, para algunos un obrero más de la construcción que es víctima de la falta de cumplimiento de las condiciones de seguridad e higiene de empresarios inescrupulosos que se asociación con constructoras que por ahorrar dinero arriesgan a los obreros, todo esto con la complicidad y la corrupción de quienes deben velar por el cumplimiento de las normas y principalmente por la salud y la vida de los trabajadores.

No hay duda alguna en la investigación periodística que el crecimiento inmobiliario pujante de Pinamar y alrededores tiene inversionistas desconocidos, participando por interpósita persona o como se suele decir testaferros, que les gusta presentarse como manager de inversores.

Lo llamativo es que las infracciones a las normativas de seguridad, registración de los trabajadores y el lavado de activos están a la vista de todos, los edificios son imponentes, ostentosos, como los vehículos que allí llegan, las fiestas, las publicaciones, pero al parecer a as autoridades no les interesa, de yapa el sindicato que debería cuidar los derechos de los obreros, la UOCRA, tiene dirigentes que se sienten atraídos por la vida de lujos y más por el dinero de los corruptos. Un dinero del que todos quieren llevarse una parte, los intendentes que han pasado por el municipio de Pinamar han sido señalados e investigados por hechos de corrupción pero curiosamente la justicia no ha llegado a sentencias contundentes y algunos simplemente han permanecido imputados o mencionados continuando con sus «carreras» políticas financiadas por los mismos inversores «fantasma» que lavan dinero en el rubro inmobiliario entre otros negocios estrechamente vinculados a negocios del narcotráfico y la trata de personas tanto laboral como sexual.

Todo se agrava cuando los medios locales principales no por calidad informativa, sino de recursos, son financiados por pauta oficial del municipio o de inversores en los rubros mencionados o directamente son propiedad de empresarios que controlan, el rubro inmobiliarios, poseen radio, televisión, proveen de servicios de telefonía, cable e Internet a los habitantes, promocionan las fiestas más exclusivas y por si fuera poco se han adueñado hasta de las actividades solidarias en Pinamar.

Justicia por Fausto ha sido subestimada por los implicados y responsables de la muerte evitable de Fausto Maldonado, las autoridades judiciales que han dilatado un proceso sencillo de investigar, de instruir y de trasparentar, pero los años de trabajo investigando enseñan que no existen las casualidades sino las causalidades.

Han intentado enterrar una causa justa, han querido difamar la lucha de su madre Carina Zabala, pero el tiempo dicen que todo lo pone en su lugar y quien persigue justicia se hace fuerte, su voz despierta conciencia y esas son las luchas que no se pueden vencer, porque la verdad y la memoria no se pueden comprar.