Durante la investigación periodística del Banco Ciudad hemos ido recibiendo la invalorable colaboración de empleados del banco, algunos con ánimos personales de venganza para con sus compañeros y jefes como el caso de Aldo Gamba, que no dudo en aportar todo lo que estuviera a su alcance y contactar a este medio con otros empleados, y otros que por razones obvias y que con intereses más transparentes solo esperan un poco de justicia entre tanto maltrato.

Y es justamente el maltrato laboral lo que enferma a algunos empleados y hace enemigos en otros, esto tan básico, parece aún no ser tenido en cuenta por algunas personas que con algo de poder, creen que pueden ir por la vida jodiendo a quien sea con total impunidad. Así como el maltrato afecta la salud, también en otros genera resentimiento, y son justamente ese tipo de personas las que cuando ven una beta, van hacia ella sin importar a quien deban pisar.

Para fines del 2010, la nueva CGI del Banco Ciudad, encontró un férreo opositor a sus actividades, el Lic. César Augusto Labombarda, un personaje que hasta comienzos del 2010 era Auxiliar de 3ra. la escala más baja y en solo 1 año, llegó a Jefe de Equipo, merced a la confianza y reconocimiento por su trabajo (nadie puede precisar exactamente cuál que justifique tantos ascensos). A cargo de las empresas de seguridad que brindan sus servicios en el banco, ha sido uno de los jefes de los que más se quejan y burlan los vigiladores, nos han colmado de mail con referencias a maltrato, visitas a cualquier hora de parte de César, como también referencias de que suele dormir en cualquier lugar y ha cualquier hora. También han destacado los empleados/as de limpieza sus apetitos sexuales para “seducir” con “beneficios” a empleadas que suele intercambiar y a las que incluso ha llevado a citas con él en horario de trabajo, lo que determinaba que otra compañera debiera realizar su trabajo.

Todo esto ya lo habíamos mencionado en los reiterados informes, como el tema del maltrato y la corrupción en el banco sin que alguna autoridad se dignase a cumplir con sus obligaciones, todo lo contrario, al parecer, existe un consentimiento de parte de las autoridades del banco el directorio incluido, en no responder todo lo que se requiere invocando la Ley 104, acción que algunos empleados no miden, en cuanto, que el incumplimiento o el impedimento de su cumplimiento, constituye una falta grave y un delito que puede ser llevado a la justicia, algo que este medio hará en los próximos días, contra funcionarios del banco, como por ejemplo la Coordinadora de Personal Marta Beatriz Martinena Gervoles, quien deliberadamente y sin ninguna orden escrita que la exima de responsabilidad ha impedido el cumplimiento de uno de los requerimientos y en otro ha mentido al respecto de la vinculación laboral de una asesora de directorio con el banco, relación que el mismo directorio reconoció posteriormente.

Una de esas personas víctima de maltrato y falta de reconocimiento por sus años de trabajo fue el señor Juan Malone, quien vivía preocupado por su continuidad laboral, así aceptaba sumiso el mal humor y el maltrato de sus superiores, temeroso de que lo consideren prescindible, él no era empleado de planta del banco y esto lo hacia sentirse vulnerable. Tal vez muchos de los que lo trataban sin respeto por su edad y experiencia ignoraban que en él existía una lucha interna por expresar su descontento. Así que hizo lo que mejor sabia hacer, documentar momentos, una vez que junto varias horas y tomó valor se contacto primero anónimamente con nuestro medio y luego se encontró con El Sindical, no para denunciar como lo hacen otros, sino para pedirnos consejo, también nos quiso documentar su relato para lo cual nos dio información en distintos medios (grabaciones en VHS, DVD, CD, notas), su repentina muerte nos llevó a demorar las publicaciones por el luto, respetuosos de su esposa a quien él tanto amaba y su frágil estabilidad psíquica, incluso actualmente se encuentra con una persona que cuida de ella.

Juan, a pesar de ser apreciado por muchos en el banco no tuvo una despedida digna, ni siquiera la CGI emitió un comunicado al respecto por no ser empleado de planta del banco, una contradicción ¿no? Justo ahora que se reclama el pase del personal de seguridad al banco, no estoy contra la gremial, pero tengo que ser coherente con mis ideales y decirles que se equivocaron, porque nadie menciono que todos los días era objeto de calificaciones y maltrato por parte de Carlos Siroli y Alicia Laguía, incluso el día que solicitó un aumento de sueldo las palabras del Coordinador Eduardo Gutiérrez lo lastimaron, “si no estás conforme ándate”. Antes había tenido un trabajo más tranquilo cuando dependía de Claudio Rugilo, quien incluso le vendió la casa donde vivió sus últimos días en Parque Avellaneda. Rugilo se fue de la coordinación gracias a la información de las cámaras de seguridad, veremos que sanción se le aplica a Labombarda si es que ha alguien le interesa hacerlo, o si por el contrario, todo quedará en la nada a pesar de la gravedad de los hechos filmados que no es solamente el hecho de que dos personas tengan sexo, sino quienes son, en que ámbito se desarrollan los hechos, las varias violaciones a las normas del Estatuto del banco y la vulnerabilidad de la seguridad.

Repudiamos el uso de las cámaras cuando no se utilizan con fines de seguridad, hay cámaras que no protegen absolutamente nada y sin embargo algunas hasta audio poseen.

El objetivo de esta nota es agradecer a todos los que colaboran, reconocer las condiciones de hombría de bien de Juan Malone, no era sumiso, buscó defenderse y colaboró con este medio por un banco mejor, para que otros no padezcan lo que él padecía, hubo hipócritas que cuando falleció se quisieron mostrar como personas compungidas.

Desde este medio repudiamos todo maltrato laboral, advertimos a los que solo piensan en enriquecerse o ascender a cualquier costo que estamos detrás de ellos, los desenmascaremos y los llevaremos a la justicia. El banco es de los ciudadanos, y el lugar de trabajo de sus empleados, no es un telo, no es un regimiento, no es una comisaría, no es un anexo de abogados y empresarios corruptos.

Gracias a nuestros lectores por acompañarnos y por la confianza.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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