Mientras aún son miles los usuarios que el día 8 de diciembre continúan sin energía eléctrica y sin agua, que armarán su arbolito de navidad sin luces que lo adornen, el Secretario General de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, un impresentable que ha sorteado el tiempo para perpetuarse en su gremio en perjuicio de muchos trabajadores, salió a defender lo indefendible subestimando la inteligencia de la gente, culpó por los cortes a las lluvias, las inundaciones y negó que el sistema este colapsado, de alguien así no se podía esperar otra cosa.
Oscar Lescano es un referente del controvertido grupo de sindicalistas denominados «los gordos», esos a los que se conoce como los «pesados» del sindicalismo, y es el mismo que sin dudar y sin vergüenza para decirlo en un reportaje dijo «fui oficialista de todos los gobierno». En el mismo reportaje al diario La Nación se sincero,» ¡Más vale, yo no le tengo miedo a nada! Ahora va a salir en una revista que tengo una casa en San Isidro, dos 4×4. Antes cuando publicaban algo así me ponía loco. Ahora me río, me importa un pito.»
Es más que obvio, que este anciano de 80 años se crea por encima de todo y de todos, especialmente de sus trabajadores, que con la cuota sindical y otros aportes (además de la ayuda de los gobiernos y empresas) le hayan dado un nivel económico distante y mucho de los empleados que deben trabajar con contratos basura.
Con 28 años como manda más de Luz y Fuerza, acumuló una fortuna que se niega a mencionar, y que no tiene empacho en reconocer que varias propiedades y otros bienes están a nombre de sociedades, por eso acusa a su ex esposa de estar «chapita» al haber denunciado que posee una fortuna que ronda los 600 millones de dólares, una técnica utilizada por muchos de los denominados «gordos» que no tienen casi nada a su nombre y que generan luchas judiciales cuando se separan o mueren, al intentar sus herederos rastrear las cuentas en el exterior, pero parece que a estos señores la AFIP y la justicia no los investiga.
Enfrenta a Hugo Moyano, lo descalifica como una persona sin capacidad intelectual, pero evita entrar en acusaciones sobre el patrimonio de este, tal vez, porque en el sindicalismo, cada uno puede contar las costillas y los millones del otro, dinero que muchas veces desde los sindicatos, también se financian campañas políticas, pero de eso no hablan.
En un actitud, casi cómplice, los medios que se jactan de investigar, suelen evitar entrevistar a sus ex esposas, amantes o hijos extramatrimoniales, a pesar de que en muchos casos, existen luego de las separaciones denuncias por amenazas, curiosos robos y hasta accidentes, cuando de tema plata se trata.
No duda en atacar a Piumato de quien dice no tiene gremio, no tiene contrato colectivo de trabajo, no tiene obra social y que se benefició con Néstor Kirchner, que les dió todo y más, aunque no aclara qué es eso más que recibió.
Resalta a Saúl Ubaldini como un dirigente superior a Hugo Moyano en lo intelectual, y aún así dice que le fue para la mierda. Esta afirmación es una verdad a medias, porque Saúl Ubaldini siempre tuvo una imágen pública y otra privada muy distinta, de hecho fueron varios de los «gordos» los que le dieron la espalda, pero comparado con los miles de trabajadores que se quedaron sin trabajo y por los que los «gordos» no hicieron nada, Ubaldini no fue un trabajador más, de hecho el Ministro Julio De Vido lo cobijó en su ministerio como asesor y a su muerte, todos implementaron un código de silencio respecto a su fortuna personal para sostener el mito.
Alfredo Leuco, en una breve descripción de Lescano no duda en compararlo por su forma de vestir al estilo padrino «mafioso» de película, que usa un reloj carísimo, cadenas de oro de gruesos eslabones, que suele frecuentar caros restaurantes en Puerto Madero, movilizarse en autos de alta gama con vidrios polarizados, camionetas 4×4 y una mansión en un coqueto barrio de San Isidro, recordando otras de las denuncias de su ex esposa que a los medios dijo que su casamiento costó unos 500 mi dólares, a esto vale aclarar que Lescano, negó el monto, dijo que se hizo en el sindicato y que el catering se le dió a pagarlo como pudiera. Eso sí, no brindó una cifra.
Es un aliado del actual Kirchnerismo, pero con condiciones claras, «si tocan las obras sociales» va a haber «guerra», y en eso identifica como ideólogo a Luciano Di Césare, titular del PAMI, quien con una conocida suya Liliana Korenfeld, estuvieron sondeando una idea nacida del mismo Néstor Kirchner y era el quedarse con la caja de las obras sociales, una cifra según los «gordos» que ronda los 14 y 15 mil millones de pesos. Esta millonaria caja de las obras sociales ha tenido como imputados en algún momento frente a la justicia a varios dirigentes sindicales y es tan compleja y sucia que hasta se relacionó con la famosa causa de los medicamentos trucho, entre otros. Otra de sus célebres frases fue «si Di Césare sigue jodiendo les metémos 20 mi personas en el PAMI».
Curioso aliada gremial Lescano, al cual no he escuchado que se le pregunte por el rol de Luz y Fuerza en épocas del gobierno de facto de Videla y el uso que se dio a algunas de las instalaciones, digo, me pregunto, el gobierno es pro derechos humanos, los investigadores al respecto, nunca escucharon nada?. Para reflexionar.
Cuando el 24 de noviembre Julio De Vido y Axel Kicillof anunciaron una suba en las tarifas de luz y gas, el sindicalista al ser consultado consideró que los aumentos debían haberse realizado antes y hasta considero que era poco, todo un defensor de los trabajadores.
Para concluir, si la responsabilidad de los cortes es por la lluvia y las inundaciones, deberemos considerar culpar a Dios, por los efectos climáticos, pero también por «regalarnos» un personaje como este.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
Editor General Diario y Radio El Sindical
Fuente: Agencias, fotografía diario La Nación
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