El defensor de Hugo Bermúdez, detenido como autor material del crimen de Candela Rodríguez, ratificó que su cliente es «inocente» y advirtió que se lo vinculó al hecho porque concurría a la “casa rosa” donde se cree que la niña estuvo secuestrada. “En esa vivienda (de Kiernan al 900 de Villa Tesei) la actividad de la dueña era ejercer la prostitución y el contenido del teléfono celular de Bermúdez así lo señala”, destacó el letrado.
En medio de la investigación que se lleva a cabo por el crimen de Candela Rodríguez, el abogado de Hugo Bermúdez, detenido como autor material del asesinato, aseguró que su cliente es «inocente» y advirtió que sólo está vinculado al hecho por concurrir a la casa en la cual se creía que estaba secuestrada la niña.
El defensor José Luis Ferrari sostuvo que en la famosa «casa rosa» ubicada en la calle Kiernan «funcionaba un porstíbulo» y aseguró que en el teléfono celular de su cliente hay un «video sexual» con la dueña de la vivienda, Gladys Cabrera, también detenida en este expediente.
«Bermúdez no es el autor material del homicidio de Candela, es totalmente ajeno a este hecho», expresó Ferrari, al tiempo que destacó que «la vinculación entre los consortes de causa no es la que dice ni el Fiscal ni el particular damnificado».
Ferrari afirmó que su cliente, que trabajaba como fletero y vendía mercadería que hacía su mujer como costurera, se encontraba trabajando al momento del crimen y presentó testigos que así lo acreditan.
En tanto, agregó que su defendido «mantenía una relación hace un tiempo con una tal `Pato`, una mujer del barrio, y con la madre de ella, que eran conocidas de la persona de la casa rosa», en alusión a Cabrera.
«Las dos conocían a la mujer de la casa de rosa y a lo largo del tiempo se van a ir develando circunstancias de la vida privada de las personas que van a demostrar o no la participación de cada una con el homicidio de la nena», evaluó.
En este marco, Ferrari criticó el procedimiento realizado en la vivienda de la calle Kiernan al 900, en el que se halló un vaso con ADN de Bermúdez, «ya que se hizo después de que entraran las cámaras de televisión», señaló.
«En el allanamiento no hubo nada, es bastante cuestionable el procedimiento», se quejó y remarcó que «la única imputación concreta (contra Bermúdez) en el expediente es la del testigo de identidad reservada», aseguró el letrado.
Y explicó: «El testigo que dice que `de a oídas en el barrio escuchó decir que a Hugo se le había ido a la mano`. Después se encontró un atizador de madera que estaba en la casa de la suegra, pero eso es obvio porque Bermúdez siempre estaba allí».
Sobre restos de prendas y un frasquito de esmalte que se hallaron en la casa de la suegra del imputado y podrían ser de la niña asesinada, el abogado sostuvo que «en ningún momento se acreditó que sean las ropas de Candela».
«Y el esmalte se compra en cualquier kiosco», expresó Ferrari, quien afirmó que «era habitual que se quemaran cosas en la casa porque hay un gran espacio verde en el que caen hojas y se tiraron unas lanas de una camperita de la mujer de Bermúdez que estaba en desuso».
Ferrari sostuvo que su cliente tiene una condena cumplida por robo hace varios años y ninguno de los entrecruzamientos de llamadas lo vincula con los otros detenidos en el expediente.