Volvía de bailar y la chocó un corredor de autos: está en estado vegetativo

   El accidente fue hace dos años en Costanera y todavía no hay condenados ni se le tomó declaración a los acusados.

Macarena Mendizabal tenía 21 años la noche que su vida cambió para siempre. Era el 5 de abril de 2015 y, como casi todos los fines de semana, había ido a bailar con su grupo de amigos a un boliche en la Costanera porteña. Se fue del lugar con uno de ellos, Ramiro Sala Giménez, a quien por algún motivo le había entregado la llave de su auto para que la lleve. Nunca llegaron a destino, porque en el camino los chocó otro auto que venía haciendo zig zag a gran velocidad.

Por ese accidente le tuvieron que hacer una craneotomía y durante los siguientes 500 días pasó por distintos hospitales antes de lograr la internación domiciliaria. Apenas un alivio que se terminó hace dos semanas, cuando por un shock séptico tuvo que ser internada nuevamente en grave estado y ser conectada a un respirador.

Pero a pesar de sus secuelas y del tiempo, no hay condenados por el hecho ni se le tomó declaración todavía a los involucrados.

Sala Giménez, el conductor del auto, asegura que por el impacto no recuerda nada de lo que pasó. Sin embargo no es él el principal sospechoso que tiene la causa sino quien manejaba el Honda Civic que los chocó. Según se pudo reconstruir por el relato de los testigos el hombre, que estuvo sólo un día preso, había pasado un semáforo en rojo haciendo zig zag a más velocidad de la permitida y el test de alcoholemia había revelado que tenía 1.46 de alcohol en sangre.

Ahora tiene casi 40 años. Es corredor de autos y trabaja en los directorios de varias empresas. Su abogado, Sergio Fernando Curzi, dijo que hubo «un sumario manipulado por la policía y una falsa campaña de difamación» en contra de su cliente y afirmó además que Sala Giménez estaba alcoholizado y que «Macarena viajaba sin cinturón», dato que aún no pudo ser probado.

Dentro de un mes recién se le tomará declaración indagatoria al acusado por primera vez. Mientras tanto, el 25 de mayo a las 16, habrá una marcha en Avenida de Mayo y Rivadavia, en Ramos Mejía, para pedir justicia por la joven que antes del accidente estudiaba psicología en la Universidad Católica Argentina (UCA) y había sido dos veces campeona nacional de patín artístico.

«Hay dos vidas. Hay una antes de esto y otra después de esto. Nosotros teníamos una vida hermosa», manifestó el papá de la joven, José Luis Mendizabal, y concluyó: «Esto es lo que jamás en tu vida vos podés llegar a plantear que te puede pasar… Esto es el infierno mismo».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *