Villa Tranquila: Muertes, impunidad y política

P1480484Las dos nuevas muertes ocurridas en Villa Tranquila, partido de Avellaneda, vuelven a mostrar la cruda realidad de un barrio donde los vecinos se sienten abandonados por las autoridades, mientras muchos políticos se aprovechan de las necesidades para sus campañas.

Estas muertes que siguen abultando las estadísticas de Avellaneda, mientras el intendente Jorge Ferraresi continúa con sus paseos por centros de jubilados, clubes o jardines a los que contenta con subsidios, sabiendo que no va a ser objeto de reclamos.

Hoy, un «personaje» al que se identificó como «el loco Cacho», quien resulta ser Alberto Ángel Pérez, de unos 50 años, con varias denuncias y otras tantas detenciones, entre las que los vecinos recuerdan haberse enfrentado a tiros con la policía, o haber baleado a dos jóvenes a pesar de lo cual, solo se le condenó a una pena en suspenso. La versión vecinal es que el sujeto agresivo siempre contó con protección policial, dicen era un «buchón» de la comisaría 1ra, y con respaldo político, apuntando a la gestión actual.

Una de las circunstancias que más enojaron a los vecinos es que no había ambulancia para trasladar a Yamila Rosso quien gravemente herida necesitaba atención médica urgente, ante la demora, debieron trasladarla en un auto hasta el Hospital Fiorito, donde está en coma y con pronóstico reservado.

A un lado de donde se desarrollaron los hechos criminales, hay una fábrica, dedicada a la herrería, que posee en su fachada tres cámaras de seguridad, una de las cuales está orientada a la casa de los crímenes lo que puede ser de utilidad para la causa en cuanto a la cronología de los hechos.

Llama la atención de los medios presentes, la ausencia de efectivos policiales en el lugar realizando pericias, o interrogando a testigos. Los vecinos dicen que a nadie le importa lo que pasa en Villa Tranquila que cierra el 2014 con un record de muertes en comparación con otros años. Hace menos de 15 días, a solo 200 metros del lugar fue asesinado un joven en la puerta de un club por un miembro de la UOCRA, muy ligado al concejal Héctor Villagra, el que continúa prófugo.

La intervención de la gestión municipal, que han desarrollado diferentes programas, que han organizado una radio barrial, no logran realizar una contención social, los delitos han aumentado como la venta y el consumo de drogas. Los vecinos no dudan en criticar a los «punteros políticos» que se mueven con mucha impunidad.

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Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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