Villa Soldati:Bernardo Slagueiro es uno de los cuatro muertos

Un joven de 22 años, carpintero y residente del barrio porteño de Barracas, fue asesinado en los violentos episodios en Villa Soldati. Se encontraba en el lugar de manera fortuita. 
 
Bernardo Salgueiro, uno de las tres personas muertas durante los violentos episodios en el Parque Indoamericano, tenía 22 años, era carpintero y aunque había vivido en Villa 20 hasta hace poco, el lunes estaba allí por un razón fortuita: había pasado a buscar a dos sobrinas para llevarlas a Barracas, donde vivía con su madre.

“Aquí lo conocía todo el mundo porque era muy alegre, y por eso tenía muchos amigos. Lo llamaban Gallo”, contó Aníbal, su hermano mayor, de 28 años, cuando volvía junto a otros familiares del cementerio de Flores, donde fueron enterrados los restos de Bernardo, el cuarto de los siete hermanos Salgueiro.

Griselda, de 24 años asintió emocionada al testimonio de su hermano Aníbal, y añadió: “El vino hace más de tres años de Paraguay, de Caauazú, la ciudad de la madera, donde aprendió como toda mi familia, el oficio de carpintero”.

Bernardo “era el más alegre de todos”, contó su hermana y enseguida una amiga, María Cristina Merelle, se sumó a la charla para agregar: “a mí me cargaba todo el día pero era muy educado. Eso era lo que me gustaba de él. Aún no puedo creer que no esté más con nosotros”.

Bernardo hacía changas de carpintería en el centro de la ciudad de Buenos Aires y vivía en Barracas, por lo que le quedaba trasmano pasar tan seguido por la Villa 20. Sin embargo martes quiso ver a sus sobrinas, de 3 y 9 años, una de ellas su ahijada con quien tenía una linda relación.

“Era usual que nos vistara. El Gallo se reía siempre y era muy divertido jugaba al futbol y al voley”, señaló Aníbal, mientras contenía la tristeza.

Bernardo nació el 20 de mayo de 1988 y vivió con su padre en Paraguay hasta hace unos cuatro años, donde había estudiado hasta el nivel secundario. Luego decidió emigrar a la Argentina para seguir a sus hermanos y a su madre.

La muerte lo encontró volviendo del asentamiento, a donde había ido a buscar a su cuñado para pedirle permiso y llevarse a las nenas a casa.

Un disparo desde el puente terminó con su vida, que sólo conocía de “esfuerzo y trabajo”, según coinciden sus hermanos.

Telam

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