UPA LANÚS: CRISIS, VACIAMIENTO Y PERSECUCIÓN LABORAL

  La Unidad de Pronta Atención (UPA) de Lanús que en el año 2012 contaba con unos 18 médicos de guardia, hoy tiene un plantel de sólo 7.

Claro está que las UPA no escapan a la crisis general de la salud pública bonaerense.

Así, la UPA de Lanús, que depende del hospital Evita,  y de un presupuesto provincial de miseria, vive un proceso de vaciamiento. Así lo reflejan trabajadores y vecinos.

Con menos de la mitad del plantel original de médicos de guardia y un caudal de pacientes que aumenta al ritmo de la crisis económica y la desocupación, en una barriada que adolece  de profundas carencias, la UPA es el primer eslabón de la atención de guardia, en un contexto de salitas de atención primaria con importantes deficiencias y destruidas, a la par del hospital público por políticas dirigidas al vaciamiento y la precarización llevadas a cabo por diferentes gobiernos en las últimas tres décadas.

Una UPA que nunca tuvo ambulancia (los choferes cumplían otras actividades de forma desvirtuada), cuyos médicos de guardia hacen las veces de generalistas obligados, al faltar pediatras, ginecologos o cirujanos, y se tienen que hacer cargo de internaciones prolongadas frente al colapso del Evita.

Cierta aparatologia fue siendo llevada al Evita, como,por ejemplo , respiradores, configurando un vaciamiento.

Otro punto importante es la situación del laboratorio que se encuentra dentro de las instalaciones. Se incita a los médicos a pedir más exámenes de laboratorio, muchas veces innecesarios, y rumoreando el cierre del laboratorio si no «rinde».

Es decir, que se instala el concepto de productividad que plantea la Cobertura Universal de Salud (CUS). Es un comienzo insidioso de la implementación de la CUS de Macri y los gobernadores.

La falta de nombramientos para cubrir las guardias, sumado a la quita del llamado «plus UPA», que incrementaba en algunos pesos los ingresos de los profesionales, que fue una forma de incentivo por trabajar en zonas «calientes» del conurbano, precipitó un tándem de nuevas renuncias.

Los baches de personal pretenden ser cubiertos por los mismos médicos, exigiendoles más horas de guardia.

Ante la resistencia de los trabajadores, se inició una campaña de aprietes y persecusiones por parte las autoridades .

Se les exige, entre otras cosas, información por escrito de cada lugar de trabajo, horarios, cargos y condición laboral de los profesionales.

De la misma forma, amenazaron con no otorgarle sus vacaciones obligatorias a una médica que se encuentra cursando un embarazo de alto riesgo.

La privatización de la salud, de la mano de la CUS, se avecina en los pagos de Grindetti.

Opongámonos a cualquier intento de cierre de la UPA.

Por salario inicial igual al costo de la canasta familiar

Por aumento de los planteles

Abajo la persecución a los trabajadores

Abajo la CUS!!!

Gastón Quiroga, Congresal de Cicop

Tribuna de Salud

Partido Obrero en el FIT

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