Una patota de familiares de una alumna golpeó a tres docentes

escuela-50-de-San-FranciscoLa madre de una estudiante de 13 años ingresó a la Escuela N° 50 de San Francisco Solano junto con otras 5 personas y, sin mediar palabra, agredieron a los maestros.

Los familiares de una alumna agredieron ayer a tres docentes en la Escuela Primaria Básica N° 50 de San Francisco Solano, en el partido de Quilmes.

El episodio ocurrió ayer al mediodía, cuando la alumna de 13 años llegó fuera de horario a la clase de Educación Física en el turno tarde. Según testigos del hecho, la profesora mandó a la alumna de vuelta a su casa por haber llegado muy tarde. Una vez en su casa, la chica le dijo a su madre que la profesora “la había agredido”. Enfurecida, la madre reunió a otros familiares y amigos y “se presentaron en la escuela con cadenas enroscadas en las manos, para agredir al personal”, contó Silvia Emateguy, de ATE Quilmes.

Los agresores eran 6: 4 hombres y 2 mujeres. Al profesor de Música, que intentó calmar los ánimos, le pegaron hasta desmayarlo y le rompieron la mandíbula. A otra docente le quebraron un dedo, y a una auxiliar le pegaron varias piñas en el pecho.

Desde la escuela llamaron a la policía y a los bomberos, que llevaron a los docentes heridos al hospital. Hoy a la mañana se realizó una asamblea de docentes en la que participaron los gremios ATE y Suteba, en la que se exigió custodia policial para retomar las clases, ya que los familiares de la alumna amenazaron con volver “para vengarse”. La asamblea discutía, entre otros temas, la posibilidad de suspender las clases hasta que reciban custodia.

“Hay una degradación de los valores y de la educación social en general, y lo terminamos sufriendo en la escuela”, dijo Lidia Braseras, secretaria de Suteba, en declaraciones a los medios. “La escuela es de puertas abiertas, los padres pueden venir a plantear sus disidencias. Pero una cosa es venir a plantear disidencias y otra cosa es venir a agredir. Hay un límite que no se puede pasar: la agresión verbal y física”, señaló Braseras.

Algunos padres se acercaron hoy hasta la escuela, atemorizados por lo que pueda pasarles a sus hijos si los agresores –que viven en la esquina del colegio– regresan. Allí también denunciaron que la escuela no tiene personal de maestranza, que los docentes pagan los materiales de limpieza de su propio bolsillo. Según declaró una madre, los docentes van más temprano a la escuela para limpiarla antes que lleguen los alumnos.

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