Un regalo para Aníbal Domingo Fernández

    En una nueva demostración de debilidad y frustracción, el gobierno nacional, se equivoca y actúa al límite de la legalidad al intentar presionar a la jueza federal María José Sarmiento, a quien fue a buscar la Policía Federal Argentina.

La historia del gobierno nacional de no «entender» que en las últimas elecciones la gente voto un cambio en la forma en que entiende el kirchnerismo debe hacer política, parece no agotarse. La apresurada desición de cesantear al presidente del BCRA Hernán Martín Pérez Redrado, generó un torbellino político que promete arrastrar a más de uno.

Intolerante como es un carácter, Cristina Fernández de Kirchner, no toleró la posición del presidente del BCRA y fiel al estilo del kirchnerismo, ordenó por decreto de necesidad y urgencia (DNU) la destitución de Redrado al frente del BCRA y su reemplazo por el segundo de la entidad. Aún cuando para esta medida lo correcto era la redacción de un simple decreto ya que los DNU tienen otras utilidades formales.

Con la oposición en contra y aprovechando los errores del gobierno y su desprolijidad, se comenzó a gestionar en la justicia un freno a las medidas, así el amparo presentado por el radicalismo y el Ari, tuvo un efecto de no innovar y el presentado por Redrado lo restituyó en su puesto bajo las mismas condiciones. Es decir, el poder judicial, deja pendientes las medidas hasta tanto exista un pronunciamiento legislativo, algo que en el apuro el gobierno nacional no previó.

Con dos fallos judiciales en contra de las medidas del ejecutivo, las conferencias de prensa se tornaron más virulentas y nadie mejor que Aníbal Fernández con su verborrágia para salir a lanzar amenazas y presiones sobre los supuestos conspiradores que buscan perjudicar al gobierno.

Con nuevas medidas que rayan lo ilegítimo y lo ilegal, el Jefe de Gabinete que ostenta un título de abogado, no dudo en asegurar que iban a buscar a la jueza por todos lados incluso el fin de semana para presentar la apelación a los fallos emitidos. Al parecer y por varias declaraciones hechas por Aníbal Fernández, las fuerzas de seguridad federales siguen obedeciendo sus órdenes y no las de su jefe político natural el Ministero de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos de La Nación, algo curioso y que no es la primera vez que sucede en la gestión de Fernández, y esto sin que nadie diga nada.

Y así de obediente como es la Policía Federal Argentina, en el día de su cumpleaños, Aníbal Fernández recibió el informe de la federal de que personal de la Comisaría 19 al mando de un subcomisario, ubicaron a la jueza en su domicilio y le notificaron que la buscaban.

¿En qué cabeza?, cabe que alguien pueda realizar tamaña ofensa a un representante de otro poder, y ¿qué? criterio de igualdad utiliza el ejecutivo y su Jefe de Gabinete, para intentar hacer una presentación un fin de semana y en casa del magistrado, una verdadera vergüenza institucional y un nuevo llamado de atención a la Corte respecto de la conducta de Fernández para con los jueces, a los que al parecer considera empleados suyos.

 

 

 

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