Ocurrió en Neuquén. La víctima fue a guardar el auto al garaje y su perro lo mordió durante 12 minutos, hasta que un vecino lo mató. Lo tenía por seguridad.
Hay quienes dicen que los perros rottweiller son tiernas mascotas que, bien criados, son indefensos y cariñosos. Otros aseguran que son por naturaleza peligrosos, por su capacidad de ataque y voracidad. Emilio Muñoz, un hombre de 44 años que vive en Neuquén, confiaba ciegamente en Otto, su mascota, y a la vez, sabía que le brindaba seguridad. Ahora lamenta la pérdida de su brazo, ya que fue atacado sorpresivamente por el animal, y si no perdió la vida fue gracias a la ayuda de un vecino, que terminó sacrificándolo.
«En ese instante mi novia escucha, sale de casa y pide ayuda a los vecinos. Todo ese tiempo, que habrán sido unos 10 o 12 minutos me estuvo mordiendo, nunca me soltó».
Afortunadamente para Muñoz, la llegada de Luis Molina, su vecino, fue a tiempo. «Él trabajó en mi casa de sereno cuando yo la estaba construyendo y conoce a Otto de cachorro, pudo llegar al lugar y ponerle al perro el collar de ahorque en un momento que me soltó, porque estaba cansado o no sé por qué me dejó. Le puso el ahorque, y aunque ya estaba la Policía, le dije que lo mate. Y con el collar de ahorque lo mató».
El dueño no comprende el comportamiento agresivo de Otto, sobre todo porque Pitu, que es de la misma raza, no reaccionó en absoluto. «La perrita estuvo en la cucha en todo momento, es más, se acercó varias veces y me daba lengüetazos y lo raro es que no lo atacó a Otto para defenderme, ni lo ayudó a él a atacarme». La perra quedó en observación en la dirección de Zoonosis de la Municipalidad de Neuquén, mientras que el cadáver de Otto será sometido a una serie de estudios veterinarios que traten de dar alguna respuesta a semejante arranque de agresividad.