La menor fue asesinada de un tiro en la cabeza por un delincuente que la interceptó cuando regresaba de una fiesta de 15. Además del teléfono, el ladrón quiso sacarle una cámara de fotos. Hay un detenido.
Constanza Lucía González, de 14 años, regresaba a su casa en Alderetes, una localidad ubicada a 6 kilómetros de San Miguel de Tucumán, cuando fue sorprendida por un ladrón que la asesinó de un balazo en la sien luego de intentar robarle algunas pertenencias.
La menor había asistido a un cumpleaños de 15 y el sábado por la madrugada volvía en un taxi con unas amigas. Al llegar a su vivienda, bajó del auto y un joven la acompañó hasta la puerta, donde se quedaron conversando hasta que la niña decidió tocar el timbre.
En ese momento el delincuente aprovechó que el acompañante se retiró y se abalanzó sobre ella con la intención de quitarle la cámara de fotos y el celular que tenía en la mano. Luego de un forcejeo el ladrón le disparó en la sien y huyó.
Cuando el padre de Constanza, José González, abrió la puerta encontró a su hija tirada en la vereda ya muerta. Según relataron algunos vecinos, la menor tenía las pertenencias en sus manos.
La Policía llegó 20 minutos después y luego lo hizo la ambulancia. Los familiares de la víctima manifestaron su enojo con la situación, ya que tardaron 16 horas en entregarles el cuerpo para que sea velado.
«Yo tengo versiones de que la médica forense no estaba en Tucumán, pero ella estaba de guardia y tenía que estar acá», reclamó Roberto Millares, abuelo materno de Constanza.
El hombre estaba indignado porque, según él, no se acercó ninguna autoridad policial a informarles si había novedades. «Yo tuve que ir a la comisaría con unos familiares y ahí me enteré de que había un sospechoso aprehendido; nadie más se acercó», agregó en declaraciones a un diario local.
