Talar de Pacheco:Detuvieron a los presuntos asesinos de una joven y su madre desmiente que se trate de un ajuste de cuentas

Una joven de 18 años fue asesinada de un escopetazo por delincuentes que entraron a su casa de El Talar, partido de Tigre, con la excusa de reparar un celular, ya que la madre de la víctima se dedica a eso.

Fuentes policiales informaron que por el hecho ocurrido esta madrugada hay cinco detenidos, tres de ellos menores de edad, quienes viven en el barrio Delfino, de El Talar.

Además se secuestró la escopeta con la que le dispararon a la víctima, que había sido abandonada cerca de la casa.

El episodio sucedió cerca de la 1, en una vivienda ubicada en Pasteur 1429, cerca del cruce con Güemes, del barrio Ricardo Rojas, donde Estefanía Fernández, de 18 años, vivía con su madre, Claudia Peña, su hermano y su pequeño bebé de 7 meses.

Según fuentes policiales, todo comenzó unas horas antes cuando dos jóvenes fueron a la casa, en cuya puerta hay un cartel que dice «Compra, venta y reparación de celulares», con la supuesta intención de arreglar un teléfono.

Un jefe policial consultado por Télam dijo que los dos muchachos que llegaron a la vivienda lo hicieron a bordo de un Fiat Duna blanco, con parte de sus puertas despintadas, propiedad de uno de ellos, que trabaja como remisero en la zona.

Tras dejar un celular para reparar, los jóvenes acordaron con la madre de familia regresar al día siguiente, aunque unas horas después, un poco antes de la 1 de la madrugada, volvieron.

La madre de la víctima contó a la prensa que cuando los vio regresar a esa hora le comentó a su hija, quien dijo que ella les iba a abrir la puerta a ver qué querían.

En ese momento, contó la mujer, los jóvenes comenzaron a patear la puerta y no bien su hija abrió le dispararon un escopetazo.

“Mi hija se acercó a la ventana cuando llamaron, escuché el tiro, mi hija subió herida y el tipo subió atrás… ellos ya estaban adentro”, relató la mamá de la joven, Claudia Peña.

“Mami, me tiraron un tiro”, le dijo Stefania a su madre que sólo le alcanzó a decirle a los asaltantes: “Por favor, ya me mataste a uno, no me matés a otro”, le dijo la mujer al delincuente.

La chica de 18 años recibió un disparo en el pecho de una escopeta que fue encontrada tirada en el piso de un lugar cercano al domicilio de las víctimas.

«La quemaron ahí nomás», dijo Peña entre lágrimas, tras lo cual recordó que Estefanía fue hasta su cuarto herida y que la vio morir.

Tras el ataque, los delincuentes increparon a la madre de la chica y al hermano para que les dieran dinero y, tras apoderarse de unas pocas cosas, escaparon, dos de ellos por los fondos de la casa y otro por el frente.

Las fuentes dijeron que en total participaron del hecho cinco muchachos: los tres menores que entraron en la casa y dos mayores de edad, el remisero y otro, que se quedaron a bordo del Duna.

Un jefe policial explicó que la huida de la banda fue captada por cámaras de seguridad del municipio de Tigre, lo que facilitó a los investigadores reconocer y localizar el auto y luego a los delincuentes.

En inmediaciones de la casa de la víctima, en tanto, la policía realizó un rastrillaje y encontró la escopeta con la que atacaron a la chica.

Estefanía fue trasladada por un vecino a un hospital de la zona, aunque llegó muerta.

Los pesquisas tiene dos hipótesis: que la banda fue a la casa con la excusa de reparar un teléfono para hacer inteligencia previa a un robo o que tuvo un problema con la madre de la víctima y por eso decidió llevarse cosas de la casa.

Los investigadores también creen que la joven pudo reconocer a alguno de ellos y que por eso la mataron sin mediar palabra.

En la causa por el homicidio interviene la titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Descentralizada de Talar de Pacheco, Laura Capra, quien ordenó diversas diligencias para esclarecer el hecho.

La perlita negra

  Hasta cuándo uno tendrá que ver, la falta de formación profesional y el poco interés en hacer bien su trabajo de efectivos policiales y judiciales en cuanto a la preservación de las pruebas en los delitos y a cercar la escena del crimen.

En fotografías tomadas por los medios se aprecia, como la policía recuperó la escopeta de los asesinos sin ninguna medida de seguridad en la preservación de huellas o elementos de interés a la causa.

Estas observaciones no son contra nadie en particular, es innegable el trabajo policial y el esfuerzo que ada día realizan los policías, pero es necesario que sean capacitados y en esto son responsables sus jefes tanto policiales, como políticos, como también las autoridades judiciales que deberían recordar a estos últimos el cumplimiento de los protocolos y el Códido Procesal Penal.

 

 

 

 

 

 

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