Suicidio de Rocío Gancedo y repudiable publicación de la editorial Perfil

El suicidio de la joven ex gran hermano Rocío Gancedo, sorprendió por la drástica decisión de terminar con su vida, pero hizo todo lo que estaba a su alcance para aferrarse a la vida, no cualquier toma la determinación de internarse en una clínica psiquiátrica, de alejarse de su profesión y acercarse a la religión buscando paz a su vida.

Con tan solo 29 años, arrastraba el dolor de un paso traumático, su exposición en los medios fueron una máscara de su dolor y depresión, exposición que no la llenaba espiritualmente pero no se puede juzgar sus producciones porque también necesitaba trabajar.

Su abuso sexual a los 6 por parte de la hija de 15 años, de una amiga de la madre la marcó y nunca superó según sus dichos la culpa de aquellos «juegos» y hasta se animó a contarlo en vivo por la televisión, luego se acercó a la iglesia cristiana del pastor Stamateas y ni la religión, ni la internación en la Clínica Argos y el tratamiento posterior ambulatorio fueron efectivos, la muerte de su padre fue aún un escollo más a su depresión.

Irresponsables e irrespetuosos, en su Fan Page de Facebook la Revista Hombre de editorial Perfil, publicaron en su «memoria» sus mejores fotos para recordarla con una sonrisa, horas después el link fue eliminado, pero el daño ya estaba hecho, curiosamente los comentarios de algunos tarados fueron peor que la idea de la revista y como hombre debo decir que a mí me parecen unos idiotas, cobardes y que merecen el repudio de las mujeres que los conozcan si es que existe y no se trata de perfiles truchos, de esos que usan quienes carecen de lo que se jactan.

Peor aún, ninguna de las supuestas defensoras del Ni una Menos y la violencia machsita o la cosificación se pronunció al respecto de comentarios de tan baja hombría.

Me importa poco si era drogadicta, si era kirchnerista, stripper o le daba placer desnudarse, era una persona que es evidente no encontró contención, que por el modo en que se manejaron algunos «medios» nos muestra que como sociedad hay muchos que se van a la banquina, obvio con alguien que hoy no puede defenderse, quiero creer que todo vuelve y estas lacras sentirán por lo menos vergüenza de ser poco hombres y unos enormes soretes.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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