Sigue el conflicto en la línea 60 y casi no hay colectivos en la calle

paro-línea-60 Choferes denuncian que la empresa intenta sacar los coches a la calle con barrabravas de Chicago y River.

El conflicto de los choferes de la línea 60 de colectivos con la empresa Micro Omnibus Norte SA (Monsa) no cesa. Hoy será otro día casi sin servicio ya que continúa la medida de fuerza de los trabajadores que piden la reincorporación de sus compañeros despedidos.

En diálogo con radio La Red, el delegado Esteban Simonetta aseveró que «no hay servicio» y acusó que desde que la empresa retomó las cabeceras, no saca los coches a la calle. «Los va a intentar sacar con gente de otras líneas de colectivos y hasta con barrabravas de Chicago y River. Quieren venir a romper la huelga«, denunció.

El sábado pasado, y tras 18 días de conflicto, los choferes de la línea 60, que mantenían paralizadas las actividades por el despido de trabajadores, llegaron a un principio de acuerdo con la compañía para la reincorporación de los despedidos aunque sigue el proceso de conciliación obligatoria.

Tras varios días de tensión y de una fuerte custodia policial en una de las terminales de la empresa de transporte de pasajeros, el jefe de la Unión Tranviaria Automotor, Roberto Fernández, reveló que se logró «un acuerdo» con la empresa y dijo que la firma «accedió a reincorporar a los 47 trabajadores despedidos». Las reincorporaciones, según el dirigente, se realizarán «inmediatamente y con entera normalidad» en el cumplimiento de las funciones que tenían antes de ser echados, aunque continúa la conciliación obligatoria.

El presidente de la empresa, Marcelo Pasciuto, lamentó que el conflicto superó las dos semanas con paros y sin venta de boletos. El juez de Garantías 2 de Moreno, Gabriel Castro, llamó el jueves a la compañía y a los trabajadores a establecer la frecuencia habitual de circulación de la línea 60 tras constatar en las cabeceras que las unidades podían prestar servicio.

Los choferes dijeron que iban a acatar la orden judicial pero brindando un servicio de emergencia sin cobrar boleto y advirtieron que los inconvenientes iban a continuar porque la empresa se negaba a sacar los colectivos a la calle.

El conflicto entre Monsa y los choferes comenzó el 25 de junio, cuando los trabajadores dejaron de cobrar pasaje en repudio al despido de uno de trabajadores, tras lo cual la compañía echó a otros más. En tanto, la UTA aseguró que un grupo de trabajadores que no pertenecen al sindicato impide que los choferes vuelvan a trabajar, pese a la conciliación obligatoria al principio de acuerdo al que llegaron.

«El Consejo Directivo Nacional de la UTA expresa su preocupación y estupor porque un minúsculo grupo de personas que no representan al sindicato está impidiendo la libertad de trabajo en la Línea 60, que con sus 19 ramales transporta diariamente a 250 mil pasajeros», sostuvo.

El gremio dio entonces intervención al Ministerio de Trabajo para que medie en el conflicto. «Apelamos entonces a la Autoridad de Aplicación, el Ministerio de Trabajo y al Gobierno en general para que haga cumplir de inmediato sus disposiciones y permita a nuestros compañeros trabajar. Una vez más destacamos que la representación orgánica de los trabajadores de los colectivos de corta, media y larga distancia, los del Subte y Premetro y las combis, está legalmente ejercida por la UTA», señalaron.

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