Sergio Berni y la seguridad bonaerense que no fue

Sergio Alejandro Berni, es sin dudas un personaje de la política, que cada tanto le da a los medios esa cuota de circo mediático necesaria para que las redes se inunden de comentarios a favor y en contra, dándoles un respiro a los líderes políticos ante una realidad que no es buena.

La famosa «grieta» es el mejor motivo para que subsistan muchos políticos ineficientes y una puerta para que aparezcan en escena otros que sin ser políticos han encontrado en la política un excelente negocio, poco importa del sector que provengan, los negocios con millonarias ganancias no se tocan.

Berni demoró más de lo habitual en tomar el control del Ministerio de Seguridad Bonaerense, se demoraron ascensos y las designaciones de la cúpula de la Policía Bonaerense, durante meses hubo especulaciones de todo tipo sobre los nombres propuestos, algunos terminaron en retiros y de todos esos nombres dando vueltas, el que tenía las fichas más fuertes era el ex Jefe Hugo Matzkin y sus hombres popuestos, de entre ellos el Comisario General Jorge Oscar Figini, que finalmente fue designado como Subjefe de la fuerza y segundo del Comisario General Daniel Alberto García.

Ambos jefes policiales tienen experiencia y conocen las internas policiales, García tiene un pasado policial más activo en zonas conflictivas de la provincia de Buenos Aires y Figini conoce muy bien los manejos internos a nivel Ministerio de Seguridad desde donde se baja línea y se cocinan premios y castigos al resto de los policías.

De García se dice que Sergio Berni lo eligió por su legajo y su declaración patrimonial que le pareció acorde a su sueldo y actividades, algo que se dejó trascender, pero que así como trascendido es solo eso, un chisme que puede ajustarse o no a la realidad si tenemos en cuenta que las declaraciones juradas patrimoniales suelen tener inconsistencias, oportunamente se informo que el Jefe de Policía declaró un patrimonio neto de $2.900.000, algo distinto a lo que declara el Subjefe Figini que ronda los $6.400.000, que lo ubicaba entre los Comisarios Generales con mayor patrimonio, en su momento por este ranking el propio ex ministro Cristian Ritondo al no poder justificar algunos patrimonios anunciaba a la prensa que se remitieron algunas declaraciones juradas a la justicia para que se investigue, pero nunca se dieron a conocer el estado real de la investigación. De hecho a la fecha muchos Oficiales Jefes y Superiores adeudan las declaraciones juradas patrimoniales a pesar de las amenazas de sanciones que se impondrían. Del tema particular de Figini nos volveremos a ocupar en particular una vez se respondan ciertas requisitorias al respecto porque hay cuentas que no cierran.

Armar un plan de seguridad, requiere que por lo menos los responsables acompañen con honestidad y servicio las intenciones políticas en este caso del gobernador Axel Kicillof y de su ministro de seguridad Sergio Berni, quien no es un improvisado, quien sabe que tiene más problemas en la conducción que en la inseguridad que se vive en la provincia de Buenos Aires.

La política y la seguridad no son sinónimos y en la elección de jefes policiales la política siempre ha metido la pata, se han regalado altas jerarquías a policías ineficientes o corruptos y eso termina afectando la seguridad pública, el otro punto importante de discusión política por el control de la policía ha sido el tema recaudatorio, las famosas «cajas negras» de recaudación, algo de lo que se ha escrito mucho, pero pocos se han animado a avanzar, que se han llevado puesto en el caso de la Bonaerense a personajes de la talla de Marcelo Saín, quien llegó al Ministerio de Seguridad con la intención de hacer cambios y terminó huyendo asustado al verse solo. Así como oportunamente se apresuró el pase de las comisarías de la PFA a lo que hoy es la Policía de la Ciudad, hecho que no mejoró en nada la seguridad de los vecinos, pero sí permitió tener el control de una fuerza de seguridad propia, que debutó con varios jefes investigados, procesados y el escándalo del espionaje más grande en democracia, así en la provincia, los intendentes y otros políticos presionaron por una policía propia, Scioli solo cedió una parte con las Policías Locales, que también debutaron con escándalos y denuncias, las más graves en la Policía Local de Avellaneda con efectivos detenidos por venta de drogas, robos, extorsiones entre otros delitos y varios denunciados y sumariados pero en actividad por delitos de defraudación al Estado, uno de los más mencionados el actual Jefe de la Estación de Policía Avellaneda, Comisario Inspector Gregorio Martínez. Y tomo este caso como un ejemplo del error que implicó dejar que los intendentes seleccionen y capaciten a policías locales, con el único fin de tener cierta cuota de poder sobre esos efectivos policiales.

Berni, nuevo ministro de seguridad, con experiencia, ¿aprendió del error?, no, no solo no aprendió, sino que les dio más poder a los intendentes al reestructurar la Policía de la Provincia de Buenos Aires en lo que hoy se conoce como Estación de Policía, a cargo de un Comisario Inspector o Comisario Mayor dependiendo del número de habitantes del municipio, con esto, el jefe de estación es solicitado por el intendente y este a diferencia de ser el jefe de un grupo de policías locales, es el jefe de la policía de ese municipio, es decir, más poder para el jefe policial y más poder para el intendente municipal.

La idea de un jefe policial por municipio tiene un fundamente teórico bueno, se suprime un paso burocrático que eran las Jefaturas Departamentales y ahora el Jefe de Estación responde directamente a un Superintendente, por lo cual se han achicado las superintendencias con más habitantes, esto que en teoría parece bueno, en la practica, no está dando resultados, el delito en la provincia de Buenos Aires va en aumento a pesar del aislamiento social y hay casos puntuales donde todo va peor, por estos días Lomas de Zamora ha vuelto a registrar secuestros, Lanús tiene una ola de robos violentos a los que suma motines en comisarías y policías detenidos por extorsionar a familiares de detenidos, Avellaneda registra denuncias a diario de robos violentos, motochorros, robos a casas, enfrentamientos de dudosas características en villas con policías que supuestamente son compradores online y terminan incluso con un delincuente que no dispara pero recibe 18 tiros, zonas liberadas para la venta de drogas como son Piñeiro, Gerli, Sarandí, Quilmes con grupos de vecinos organizados que denuncian por las redes sociales robos y connivencia policial, La Plata con un incremento preocupante de robos y violaciones, venta de drogas y delitos callejeros, hechos que se repiten en lugares como, Ramos Mejía, Haedo, Tres de Febrero, San Martín, Tigre, Savio, Benavídez, Zárate, Campana, por mencionar algunos.

Sin dudas cuando termine la cuarentena, a Sergio Berni lo espera una realidad muy difícil, si con un aislamiento que solo el primer mes fue un paliativo de los delitos, hoy todo está descontrolado y con un sistema policial que generó una estructura caprichosa de los intendentes y no profesional al momento de designar a los jefes de esas estructuras, el resultado solo puede ser muy malo.

Si es cierto que además del legajo, Sergio Berni ha evaluado las declaraciones juradas patrimoniales, lo cual está bien, entonces el ministro está muy mal asesorado y está comprando espejitos de colores.

Debe ser él quien tenga el control de los jefes policiales y no ser el que complace los pedidos de intendentes que se sabe por sus resultados poco les interesa la seguridad de los ciudadanos, muchos de ellos reelectos y con los mismos problemas de seguridad de siempre.

No tengo elementos para dudar de su honestidad en la preocupación de la salud de los vecinos, pero tengo que recordarle que usted es el ministro de seguridad y no de salud, que debería en su rol hacer cumplir la Ley y el aislamiento social, hechos que no ocurren en varios partidos donde se muestra a diario a la gente violando las restricciones y sin la policía hacer su trabajo de prevención.

Los días posteriores a la extensa cuarentena van a dejar una sociedad más golpeada en todos los sentidos, ¿está usted en condiciones de brindar seguridad desde el Ministerio de Seguridad?, la gente ya tiene poca paciencia cuando la policía y los políticos trabajan mal y no dan respuestas, aún está a tiempo de corregir muchas cosas.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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