Secuestros y robos violentos, generar miedo en la sociedad

secuestros-violentos   Los últimos hechos violentos de robos y secuestros exprés, en los cuales ciudadanos han resultado lesionados o muertos, todos con una extrema violencia innecesaria por la falta de resistencia de las víctimas o simplemente por el hecho de que intentaron huir, no  pueden ser tomados como hechos aislados de inseguridad.

El secuestro y asesinato del joven Matías Terrón en Sarandí, partido de Avellaneda, ocurrido anoche, vuelve a mostrar una realidad que los políticos de turno no pueden manejar y hasta se equivocan al ser los mismos funcionarios provinciales quienes hacen públicos hechos de intimidación demostrando debilidad ante los que han organizado esta escalada de delitos violentos.

Cuando el papá de Matías declaró que mientras charlaba con los delincuentes se escuchó de fondo la frecuencia policial, es evidente que no se trataba de improvisados delincuentes que salen al voleo a robar o secuestrar. Este dato no es menor y personalmente le puedo dar entidad y credibilidad a la sospecha de que estos hechos son organizados, cuando anoche, volviendo del lugar donde quemaron el auto, transitando por el barrio de Quinta Galli, un Corsa de color blanco, con vidrios polarizados intento cruzarse en la esquina de Güemes y Bradsen, solo pude advertir tres personas, ignorando si eran más, al tomar por la calle Lacarra observó el mismo auto circulando detrás, por lo que al pensar que podían ser policías aminoré la marcha hasta detenerme bajo una cámara de seguridad, el auto se detuvo y volví a retomar la marcha despacio hasta la Av. Mitre pasando varios móviles policiales y el auto seguía a distancia, ya al cruzar Mitre en dirección a Roca para ver que hacia el auto, este al llegar a una zona sin cámaras y oscura acelera intentando cruzarse delante en Lacarra y Roca, oportunidad en la que me dirigí por Roca hasta el Polo Judicial de Avellaneda, sabiendo que hay varias cámaras y policías, el Corsa se desvió por Debenedetti a Dock Sud, por lo que descarto hayan sido policías, pero sí, demostraron que no les interesa la presencia de patrulleros.

Solo se puede inferir, que cuando no hay temor al castigo de la justicia los delincuentes poco les importa ser detenidos, hay sobrados casos donde delincuentes reincidentes recuperan su libertad sin demasiados trámites y mucho más en los casos de menores, muchos de ellos de 17 años, que son detenidos con motos y autos robados, portando armas, pero son entregados a sus padres como si se tratara de chicos que han cometido una travesura.

Hace ya un par de meses, distintos medios vienen advirtiendo que el Conurbano es un «polvorín», operaciones de prensa o no, lo cierto es que María Eugenia Vidal no puede y no ha sabido poder controlar la situación, los robos han aumentado, los secuestros y una trama de sospechas sobre una interna policial con la gestión que ha difundido por el propio gobierno provincial que en lugar de tomar el toro por las astas, ha preferido victimizarse demostrando debilidad y falta de gestión, mientras tanto es el Pueblo el que sufre y padece la inexperiencia para poder encausar la situación, que no pasa solo por una rebeldía de algunos sectores policiales. El Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires, sigue siendo uno de los focos «intocables» donde muchos magistrados no son aptos por incapacidad o corrupción.

Señora gobernadora Vidal no se puede seguir improvisando con la vida de los ciudadanos, si no saben, busquen asesores que sepan de la materia en lugar de rodearse de improvisados con sueldos que no se merecen.

 

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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