Cuando por el mes de diciembre del 2012, el abogado Sebastián Vinagre era reelegido en el HCD, como Defensor del Pueblo de Avellaneda, el mismo día en que juró y se abrazó efusivamente con el intendente Jorge Ferraresi, pronunció estas palabras «destaco, el compromiso de los legisladores y del Poder Ejecutivo en apoyarnos ya que nuestro fin es la garantía de la vigencia de los derechos y de su aplicación”.

Resulta muy curioso y hasta para analizarlo jurídicamente, si la actual conducta del señor Sebastián Vinagre, no encuadra dentro de algún reproche legal, ya que a la gestión que uno espera de un Defensor del Pueblo, siguiendo la lógica de las funciones y obligaciones, nuestro Ombudsman local, se ha ido apartando de la defensa de los derechos y garantías de los vecinos para ir «armando» y siendo el protector de viejas estructuras de la política.

Durante este año, desde el Multimedios El Sindical, la relación sana y cordial con el Defensor del Pueblo se volvió tirante y áspera cuando se le solicitó la intervención de su oficina por competencia en temas muy sensibles, lo que al parecer causaron en sus empleados y por transición, malestar en el Defensor del Pueblo.

Como nunca antes, aparecieron grandes carteles, por puntos estratégicos de la ciudad promocionando más que a la Defensoría, la figura del Defensor, un hecho que no debe parecer menor, ya que este buen señor fue elegido para dirigir una oficina cuya efectividad de resolución de denuncias es muy pobre. Y ante los reclamos puntuales por hechos irregulares en el desempeño de empleados de su oficina, su primera reacción, cual si de un chico se tratara siempre ha sido negar todo, aún sin saber los hechos, y cuando las evidencias eran irrefutables justificarlos con cualquier excusa.

No sabe, no contesta

Desde este medio, y con la firma del Editor General Marcelo Ricardo Hawrylciw, se ha denunciado y dado intervención a la Defensoría del Pueblo, por impedimento de acceso a la información por parte del intendente Jorge Ferraresi y varios de sus funcionarios, una conducta que la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación ha señalado como incorrecta y ordenado se cumplan los requerimientos de cualquier ciudadano, sobre cuestiones de orden público u actos de gobierno, a pesar de ello, la Defensoría del Pueblo de Avellaneda, ha dilatado su intervención con la excusa de que se giró el pedido al municipio y no respondieron, a lo que uno se pregunta si esa sola participación pasiva es la correcta de alguien que paga miles de pesos para promocionarse como EL DEFENSOR DE TUS DERECHOS.

Más aún, en temas muy graves y relevantes como es el medio ambiente, la protección de la salud, el derecho a un ambiente sano e incluso la vida del conjunto de la sociedad y no un pedido puntual, la Defensoría no ha sabido dar respuestas a los denunciantes o continuar con los pasos que corresponden como ser el recurrir a la Justicia, en el caso de los residuos patológicos de la Clínica Nuestra Señora de la Dulce Espera no han respondido y en el tema de la construcción de un puente, sobre el arroyo Santo Domingo, reconocido cauce contaminado a niveles peligrosos para la salud, no ha hecho más que ser un simple receptor de las denuncias sin impulsar medidas o proponer acciones.

No sabe el Defensor del Pueblo de Avellaneda, Sebastián Vinagre, cuál es el presupuesto anual de la Defensoría que preside y ni siquiera tiene interés en informarlo a pesar de haberse hecho el pedido de forma escrita y presentado como corresponde en la Defensoría, intentando desviar la respuesta al Honorable Tribunal de Cuentas, cuando es el HCD de Avellaneda el que aprueba el presupuesto, en un mecanismo totalmente antidemocrático, como lo es el de votar esto a carpeta cerrada.

Tampoco sabe cuántos son los empleados que tiene asignados la Defensoría a pesar que son muchos los que cobran por la Defensoría, pero muy pocos los que uno ve en un espacio reducido como lo es la oficina que ocupa la Defensoría.

Hacer campaña con los aumentos de tarifa, es una especie de clientelismo barato, ya que existen muchos derechos que los vecinos necesitan sean defendidos y representados por el Defensor del Pueblo y a pesar de ello, esto no ocurre, es como si por el solo hecho de ser el Defensor del Pueblo pudiera elegir que tema representa y qué tema no.

Aún hoy una vecina de Wilde, cuya hija con discapacidad fue discriminada por familiares del subsecretario de Medios Audiovisuales Federico Taboada el cual también formó parte de la agresión a los padres de la menor y nada se continuó desde la defensoría, algunos dicen que por ser colega de un familiar de este en el ejercicio de la abogacía, respuestas que el Defensor del Pueblo sigue esquivando y en lugar de responder se ofende.

En un intercambio de mensajes, Sebastián Vinagre llegó al extremo de asegurar que lo que se publica en este medio es falso y para ensuciar su gestión y al pedirle formalmente que detalle los hechos falsos su respuesta fue, «no sé, yo no lo leí, los empleados me dicen que ustedes publican mentiras», bueno señor DEFENSOR DEL PUEBLO DE AVELLANEDA, esperamos nos responsa, sobre el presupuesto de la oficina que le toca temporalmente conducir, que nos muestre todo lo que ha hecho para que el intendente y sus funcionarios dejen de ocultar información de carácter público, que nos detalle la cantidad de empleados que cobran por la Defensoría, nos describa las funciones y horario que poseen.

Uno comprende que a nadie le gusta dar explicaciones de lo que hace, pero lamentablemente usted puede elegir renunciar y dedicarse a la actividad privada donde no debería explicar su presupuesto, cómo lo gasta, los empleados que tiene y si trabaja bien, mal o regular.

En lugar de enojarse y comportarse de una manera poco ética, profesional y digna, le pido que se tome unos minutos y elija la opción que a usted lo haga más feliz, mientras seguiremos esperando sus respuestas.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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