Yamila y Horacio, junto a sus cuatro pequeños hijos son una de las tantas familias en situación de calle de la Ciudad de Buenos Aires, excluídos, sobreviviendo como pueden, no tienen energía eléctrica y viven en una improvisada carpa en la calle Chacabuco entre San Juan y Cochabamba, barrio de San Telmo.
Pasan sus días esperando los funcionarios del Estado alguna vez les traigan buenas noticias, no piden un plan, ni piden mucho, solo ayuda para ordenar su vida, quieren trabajar, pagar lo que reciban si es necesario, no son padres ausentes ni con vicios, pero parecen transparentes para muchos.
Desde su humildad Yamila agradece que hay vecinos que los ayudan, algunos con ropas, con alimentos y otros como Valeria Villalba que a todo eso le suma su tiempo, el compartir unos minutos con ellos, el tratar de visibilizar su caso y sumar gente con ganas de ayudar, de comprometerse con esta familia y que no sea solo dar como una especie de limosna.
Horacio trabajó toda su vida, es panadero, pero la empresa en la que trabajó toda su vida cerró por motivos económicos y no lo indemnizaron, la casa que tenían se destruyó en un incendio y no pudieron volver a reconstruirla.
Hoy esta familia necesita de todos, están cerca, San Telmo es de fácil acceso, a los políticos les vamos a pedir desde el diario alguna explicación ya que gastan millones en publicidad, bien podrían asistir a esta familia.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
