San Martín:Tiroteo y liberación de un secuestrado

Tres hombres armados lo interceptaron mientras viajaba en su auto en Villa Maipú. Los vecinos vieron el hecho y llamaron inmediatamente al 911. El operativo policial logró rescatarlo tras una persecución.

Un hombre fue privado de la libertad por tres delincuentes -dos de ellos menores de edad- y obligado a conducir un vehículo perteneciente a un vecino suyo durante varias cuadras, hasta que finalmente la Policía, que logró interceptarlos, lo liberó y detuvo a los asaltantes.

El episodio, registrado a última hora de la noche del miércoles, se inició a metros de la vivienda de la víctima, en la localidad de Villa Maipú, partido de San Martín, y terminó cerca de la denominada villa La Rana, hacia los delincuentes fueron guiando al hombre al que mantenían cautivo.

La Policía, tras una persecución, le cruzó varios patrulleros por delante al auto y los delincuentes se entregaron, sin ofrecer resistencia, mientras que el hombre, llamado Franco Ruperto, de 56 años, fue liberado sano y salvo.

«Nada más me pegaron un culatazo en la cabeza -dijo la víctima al hablar con la prensa- pero no sabía si en un momento me mataban. No sabés qué te pueden hacer».

El jefe de la Departamental San Martín, comisario Mario Briceño, señaló a la prensa que todo comenzó alrededor de las 21:00 del miércoles, cuando Franco llegaba a su vivienda conduciendo un auto de un vecino suyo, y fue interceptado «por tres delincuentes, dos de ellos menores de edad».

«Lo amenazaron con armas y se subieron al vehículo. Pero esto fue visto por una persona que llamó al 911 y enseguida se puso en funcionamiento el operativo correspondiente en estos casos», dijo Briceño.

Cuando los delincuentes -que obligaban a conducir a la víctima- estaban en cercanías de la zona de villa La Rana, fueron interceptados por los móviles que habían salido en su búsqueda. «Se les dio la voz de alto, los delincuentes se entregaron y se liberó a la víctima. Además de los detenidos, se secuestraron dos armas. Fue un operativo cerrojo y los delincuentes se vieron acorralados y se entregaron», agregó el jefe policial.

Sobre el «plan» de los delincuentes, Briceño sostuvo: «seguramente el objetivo era hacerse del vehículo. Generalmente lo trasladan unas cuadras mientras le van sacando a la víctima sus pertenencias y después lo abandonan y se llevan el vehículo».

Por su parte, la víctima del episodio contó, en diálogo con la prensa, que mientras lo obligaban a conducir, los dos menores -de 16 y 17 años- «eran los que estaban más nerviosos» y le decían todo el tiempo que manejara más rápido porque los «perseguía la Policía».

«Yo les decía que se quedaran tranquilos, que no nos seguía nadie. En un momento no pude dar vuelta y me subí a la vereda. Ahí rompí una llanta y seguía así un poco más. Atrás apareció un patrullero haciendo sonar la sirena. Los dos (delincuentes) que tenían armas las tiraron por la ventanilla», contó el hombre.

Relató además acerca de los ladrones: «Me pedían plata y yo les dí lo que tenía en los bolsillos, unos 150 pesos. En un momento me decían que yo era policía, que tenía un arma. Los menores eran los que estaban más nerviosos».

«Después que me liberaron -dijo el hombre- me llevaron a la comisaría. A ellos también los llevaron y llamaron a sus padres. Cuando yo me estaba por ir apareció la madre de uno de ellos, tranquila, como si no hubiera pasado nada».

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