Lala es el apodo de María Laura Gómez, una joven protagonista primero de un hecho dramático y ahora centro de un fallo judicial tan ejemplar como histórico. La mujer fue condenada en un juicio oral por el asesinato de su esposo de un cuchillazo que lo hirió fatalmente.
Luego esa condena fue ratificada en segunda instancia. Pero el caso llegó a un tribunal superior, que puso todo en su lugar y la absolvió, considerándola verdadera víctima del fallecido, que la sometió durante años a brutales palizas y persecución psicológica. No sólo eso. En el dictamen, se consideró que los celos son, también, violencia de género, sentando un precedente jurídico que reconoce los derechos de muchísimas mujeres que padecen el horror de la violencia machista y “la desigualdad de poder” en el hogar. Se trata de un fallo del Superior Tribunal de Justicia de San Luis, que revocó de manera contundente dos dictámenes anteriores, que habían condenado a Lala por homicidio simple contra su marido, Marcelo Appad.
En esos fallos, se desestimaba la figura de la legítima defensa, a pesar de multitud de testimonios y pruebas, limitándola a través de argumentos que el último dictamen califica de “meramente dogmáticos, genéricos y abstractos”. “No se detuvieron a analizar concienzudamente la prueba invocada por la defensa de Lala y ni siquiera se detuvieron en el análisis de la violencia de género a la que era habitualmente sometida la imputada”, sostiene el fallo de los magistrados, al que se tuvo acceso a través de Diario Judicial, agregando que “tampoco ingresó en el análisis la confesión de la imputada”.
El fallo explica que se omitieron las normativas internacionales y locales. Por ejemplo, se cita la Ley 26.485, “cuyos artículos 4 y 5 definen como violencia a los celos excesivos”. Asimismo, los jueces manifiestan que “se omite otro de los fenómenos de la violencia de género que es el aislamiento de la víctima, la negativa a formular denuncias por miedo y el irrebatible hecho de que sucesos como ésos se producen dentro del hogar y sin testigos”. “En este contexto de violencia de género, a la que era sometida hacía largo tiempo la imputada por Appad, debió ser valorada la prueba, surgiendo claramente los testimonios que refieren a los celos excesivos del marido. Tal prueba ni siquiera fue citada en las sentencias”, se explica.
También se otorga una nueva mirada al hecho que desencadenó en la muerte del marido. “La imputada accede al cuchillo tras los golpes proferidos por el marido que la condujeron hasta la mesa donde minutos antes había estado preparando la comida, y es allí donde toma el cuchillo con el que amagaba para que no se le acercara y la dejara ir”, relata el dictamen. “Es decir, que la imputada se defendió con el único elemento de defensa que encontró a su alcance”, afirman los magistrados, precisando que “esa agresión debe ser analizada en el contexto de la violencia de género dado en el ámbito doméstico, en el cual se observan las características históricas de desigualdad de poder entre varones y mujeres, y las características propias del ciclo de violencia en la que se encontraba inmersa Lala”. Finalmente, los jueces del Tribunal Superior de Justicia de San Luis decidieron que la mujer “debe ser absuelta por haber actuado en legítima defensa de su integridad física”.
Fuente:Diario Popular
Por Maximiliano F. Montenegro
