Balas, sangre y terror en el barrio porteño de San Cristóbal, donde una banda de seis delincuentes armados copó un edificio y luego de asaltar uno de los departamentos del lugar, mató de seis balazos a un joven al que sorprendió durmiendo. Según cree la policía, el móvil del violento suceso habría sido una venganza o un ajuste de cuentas por causas que aún se desconocen, aunque tampoco se descarta el robo, ya que faltarían algunos valores de la vivienda.

El hecho ocurrió durante el fin de semana en un edificio de 14 pisos situado en la calle Rincón 1374, entre Cochabamba y Constitución, donde los maleantes ingresaron por la puerta principal, varios de ellos cubiertos con capuchas y presuntamente utilizando una copia de la llave de la puerta, la cual no fue violentada.

Al ingresar al edificio y aprovechando que a esa hora, las 2 de la madrugada, no había vecinos en el hall de entrada ni en los pasillos, subieron hasta el tercer piso y en un rápido accionar, violentaron la puerta de uno de los departamentos, al que finalmente entraron en pocos segundos.

Al acceder a la vivienda, los hombres sorprendieron al habitante de la unidad, de 20 años, quien al escuchar los fuertes ruidos del asalto, se despertó y ante la presencia de los delincuentes, comenzó a gritar pidiendo auxilio. En cuestión de escasos minutos, los asaltantes acometieron contra la víctima con una ráfaga de seis balazos, hecho que le causó la muerte inmediata. Su cuerpo, vestido sólo con su ropa interior, quedó tendido sobre la cama, boca arriba, con los orificios de los plomos descargados en su pecho y entre una gran cantidad de sangre que rápidamente invadió las sábanas.

Segundos después de asesinar al joven, los malvivientes escaparon corriendo, salieron del edificio y habrían continuado la fuga en una camioneta en la cual los esperaba un cómplice en las inmediaciones, según declararon dos testigos que en ese momento pasaban caminando por la cuadra.

Al lugar llegaron agentes de la Policía Federal alertados por un habitante del mismo piso del edificio donde ocurrió el crimen, quien se había despertado por los gritos de la víctima y luego escuchó los balazos.

Al entrar al inmueble, los investigadores analizaron la escena del crimen y el cadáver de la víctima. Según confirmaron, varios muebles del lugar estaba desordenados, como si hubieran buscado algo en su interior, aunque tampoco descartan que podrían haber estado así debido a un simple desorden del joven fallecido en su vivienda.

Los detectives de la Federal confirmaron que no descartan el móvil del robo en este sangriento asalto, ya que hasta el momento, no está claro si del lugar falta dinero u otros valores.

Según descubrió la policía, el joven muerto vivía desde hacía pocos días en ese departamento, al cual se mudó proveniente del barrio porteño de Flores, donde vivía con su familia.