La viuda del gobernador Carlos Soria no pudo probar haber actuado bajo «emoción violenta». Las razones del fallo.
A once meses del homicidio del gobernador rionegrino Carlos Soria, su viuda, Susana Freydoz, fue condenada a 18 años de prisión, tras hallarla culpable de «homicidio agravado por el vínculo». Asimismo, el Tribunal de General Roca dictaminó que la mujer reciba con prisión preventiva inmediata, que se cumpliría en su lugar de alojamiento, un centro neuropsiquiátrico de Cipoletti.
Con lágrimas en los ojos, y sin quitar la vista del suelo, la viuda de Soria escuchó el fallo, que se dirimió con disidencias parciales en el Tribunal, que decidió descartar su supuesta inimputabilidad el atenuante de «emoción violenta», aunque consideraron «circunstancias extraordinarias de atenuación», según explicó el presidente de la Cámara Criminal Primera, Carlos A. Gauna Kroeger, durante la lectura del fallo.
En la madrugada del 1 de enero, el entonces gobernador recibió un disparo en la cara. Sólo estaba junto a él su esposa. Si bien los detalles de los últimos minutos de vida de Soria trascendieron semanas e incluso meses después, varios testigos aseguran que habían discutido durante la cena de Año Nuevo. No era la primera vez. Hay quienes definieron el matrimonio Soria-Freydoz como un «huracán»: las incontables infidelidades del político habían potenciado una personalidad conspirativa.
Las amigas de Freydoz -y los hijos que ella tuvo con Soria- admitieron que la mujer perseguía a su esposo y estaba convencida de que la salida para el calvario de la vida conyugal no estaba en un posible divorcio. En 2011, la mujer se enteró de una de las tantas relaciones extramatrimoniales de Soria: una joven kinesióloga, llamada Paula. Según trascendió, un mensaje de texto de Soria a su amante habría desencadenado la pelea.
