Conmoción en el partido de Malvinas Argentinas. Se trata de una vieja causa que cae sobre Jesús, Roque y Maximiliano.
Una vieja causa que sigue sumando eslabones en la cadena de denuncias que recaen sobre Jesús, Roque y Maximiliano Cariglino. En esta oportunidad, Rubén Marcelo Castellano acusó al ex intendente de Malvinas Argentinas y su familia por el negocio inmobiliario o «estafa», como prefiere llamarlo el denunciante, de lo que se denomina Chacra Castellano. En la puerta de la Fiscalía General de San Martín, Marcelo contó que su padre y tíos vendieron «bajo apriete, que si no vendían iban a perder todo lo que tenían; desde la municipalidad decían que era mucha plata que se debía en impuestos».
El predio, que hoy vale 15 millones de dólares, en su momento fue adquirido por los Cariglino a una cifra muchísimo menor. «Estamos hablando de 2010 y se vendió la parte de ellos en 100.000 dólares. Esto fue una estafa a gente mayor, a gente que hoy vive de una jubilación», dijo Marcelo.
En la denuncia se indicó que Roque Antonio Cariglino es quien recibe los derechos sucesorios de esas tierras. El plan de los Cariglino fue el siguiente. Siendo gobierno municipal y enterados de la deuda que arrastraba el terreno con el municipio, obligaron a sus dueños a venderlo con la excusa de que si no lo hacían, perderían todo.
El nexo entre los Cariglino y los Castellano fue Rasso, primo de estos últimos y socio del ex jefe comunal: «Rasso llamaba a mi papá y le decía que vendiera, que era la única oferta que había pero no se sabía de quién». Por último, Marcelo Castellano confiesa: «Con una parte de lo que nos dieron se pagaban todos los impuestos».
Y dejó un último deseo: «Espero que la Justicia actúe rápido. Esperamos un resarcimiento económico, algo mejor, que se devuelvan las tierras«.
