La Federación Nacional de la Alimentación dejó la conducción de la CGT que encabeza Hugo Moyano, luego del conflicto en el Aeropuerto de Ezeiza, donde el Sindicato de Camioneros bloqueó a dos empresas de catering para conseguir el traspaso de afiliados de un gremio a otro.
El titular del gremio, Luis Bernabé Morán, hizo llegar el martes pasado una carta a Moyano, en la que anunció el retiro de su representante, Norma Viviana Córdoba, del Consejo Directivo de la central obrera, y advirtió que «de continuar los ataques a la representatividad» de su Federación adoptará «las medidas que la gravedad de la situación aconsejen».
«En virtud de los hechos que son de pública notoriedad protagonizados por la federación de camioneros en contra de la representatividad de la Federación Trabajadores de la Industria de la Alimentación y sus sindicatos adheridos, hemos dispuesto retirar a nuestro representante del Consejo Directivo de la CGT que preside Hugo Moyano», informó Morán, quien se alinea con el sector sindical de «Los Gordos», distanciado del líder camionero.
En verdad, otros gremios importantes de ese sector ya habían abandonado el Consejo Directivo de la CGT, por lo que actualmente ese cuerpo está conformado por los principales aliados a Moyano (enrolados en la ex MTA) más los independientes Andrés Rodríguez de UPCN y Gerardo Martínez de la UOCRA.
En un comunicado que llevó su firma, Morán agregó que «se ha considerado para ello que las actitudes fraccionistas» de la CGT «constituyen una flagrante violación a la unidad y, en definitiva, al modelo sindical vigente» que su organización «no está dispuesta a consentir pasivamente».
El abogado de la FTIA, Adolfo Matarrase, aseguró que la medida «no significa el retiro de la CGT», sino simplemente que «resulta incompatible seguir formando parte de la conducción cuando suceden estas cosas».
«No nos vamos de la CGT. Son dos cosas distintas. Este es una decisión puntual de no seguir compartiendo la conducción a raíz de un conflicto puntual. Se hace para defender a los afiliados», señaló el abogado para descartar que el gremio comience a trabajar con Gerónimo Venegas, tiular de la UATRE (trabajadores rurales y estibadores), hoy enrolado con Eduardo Duhalde.
El conflicto estalló la semana pasada cuando integrantes de Camioneros bloquearon las entradas de Gate Gourmet en el aeropuerto Ezeiza, una empresa que elabora comidas para aviones: en esa firma trabajan unos 800 empleados y el gremio de Moyano pretende que 140 sean transferidos a su sindicato, a lo que Alimentación se opone.
Tras el anuncio de FTIA, comenzaron a circular rumores de que también podría tomar distancia la Unión Tranviarios Automotor (UTA), luego de la orden judicial para permitir la inscripción como gremio del sindicato de subtes que conduce Néstor Segovia, aunque la versión fue desmentida por el titular del gremio y representante en el Consejo de la CGT, Roberto Fernández.
«En ningún momento estuvimos en desacuerdo con la CGT. Hay una maniobra para confundir a los trabajadores, pero nuestra relación con la central seguirá siendo como hasta ahora. Estamos conformes con las políticas que se están implementando», señaló Fernández en diálogo con NA para negar disgusto con Moyano por la presunta falta de apoyo para proteger los intereses del tradicional gremio.
Mientras tanto, el equipo de prensa de la UTA preparaba para este viernes una solicitada en los principales diarios para remarcar que a pesar de la orden judicial el gremio «sigue representando a los trabajadores del subte», ya que será el encargado de «firmar convenios y negociar salarios», pudo saber NA.
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