Policías federales detenidos por secuestro y robos

Los efectivos fueron detenidos por el secuestro de un ciudadano peruano. La investigación determinó que también robaban comercios con la modalidad de los boqueteros. Un nuevo expediente que se suma contra la seccional 23a de Palermo.

Tres policías federales de la seccional 23a., situada en avenida Santa Fe y Gurruchaga, en Palermo, fueron arrestados por el secuestro de un ciudadano peruano. La investigación reveló que además, conformaban una organización que robaba comercios bajo la modalidad de los boqueteros.
 
El presunto jefe de la organización es un agente que se encontraba haciendo el curso para ascender, mientras que los otros dos imputados son un subinspector, de la comisaría 8a., y un agente que había sido exonerado de la fuerza. Había un cuarto sospechoso, un sargento mayor retirado que escapó de su casa cuando la comitiva de la Superintendencia de Asuntos Internos de la Federal lo fue a buscar.
 
Los policías fueron detenidos ayer por orden del Juez federal Norberto Oyarbide. Según la investigación, los secuestradores hicieron dos llamadas extorsivas a la familia del peruano, una exigiendo $3000 y otra $7000. Pero la madre hizo la denuncia a la policía y lo liberaron antes que se efectuara el pago.

No descartan que el hombre secuestrado sea un presunto narcotraficante y que el motivo de la captura haya sido la extorsión. Pero ésta no es la única causa abierta contra la comisaría 23a: 9 efectivos de dicha seccional están siendo investigados por el juez de instrucción porteño Mariano Scotto por apremios ilegales, que incluyen el uso de picana para obtener la confesión de un sospechoso.

La sorpresa

Gracias a las escuchas telefónicas, que revelaron otros hechos delictivos, la investigación tomó un nuevo curso. Los detenidos fueron responsables del robo a un supermercado recurriendo a la técnica del boquete, pero además hay otros efectivos sospechados de «liberar la zona» para facilitarles la tarea, por lo cual serían acusados de complicidad.

Fuentes judiciales afirmaron que «el agente que está sindicado como líder de la organización delictiva se encargaba de llamar a los jefes de calle de las seccionales con jurisdicción en los lugares donde iban a actuar para que les liberaran la zona», según informa el Diario La Nación.

Pero también hubo llamadas a la inversa, para preguntarle al líder de la banda si «Tenía algún laburo», para avisar que le podían liberar la zona.
Según cifras publicada en el informe, son 300 los sumarios elevados este año por la Superintendencia de Asuntos Internos, denunciando irregularidades dentro de la Federal. Y dentro de la fuerza, cada 24 hs se abre un expediente contra un efectivo por faltas graves.

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