Los cráneos políticos de turno, en el afán de venderles a los vecinos de la provincia de Buenos Aires el verso de que se trabajaba contra la inseguridad, idearon crear una nueva sección dentro de la misma Policía Bonaerense a la que denominaron «Policía Local», ante la oposición legislativa de permitir a los municipios tener una policía de cercanía autónoma.
El engendro policial permitió que los municipios designaran a las autoridades locales y de alguna manera tuvieran mayor injerencia en la conformación de los cuadros policiales que trabajarían en cada municipio, priorizando el ingreso de los nuevos agentes con vecinos del partido donde funcionaría la Policía Local.
La provincia financia los uniformes, las armas, y los salarios, así como también los servicios de comunicación de las fuerzas locales. En general, los efectivos residen en el lugar en el que cumplen funciones.
Las policías locales dependen orgánicamente de la Superintendencia de Seguridad Local, que funciona en el ámbito de la Subsecretaría de Planificación del Ministerio de Seguridad. Están armados, pueden detener, pero no trabajan con delitos complejos, área que queda en manos de la Bonaerense.
Los requisitos básicos para ingresar son: secundario completo, sin antecedentes penales, tener entre 18 y 35 años y no haber sido miembro de otra fuerza de seguridad. La capacitación dura seis meses, aunque Ritondo adelantó que la extenderá a nueve meses.
Al parecer Cristian Ritondo carece de asesores eficientes a la hora de evaluar correctamente la situación de los efectivos de la Policía Local, ya que no basta con prolongar el curso a nueve meses o un año, es necesario que se revisen ciertas cuestiones que hacen al respeto por la persona que viste el uniforme y que tiene que ver con lo que en cualquier trabajo se llama seguridad e higiene, ya que quienes pensaron en el uniforme de estos efectivos policiales, lo hicieron con una evidente idea de marketing, pero muy poco conocimiento práctico, por estos días, he podido ver como muchos efectivos de la Policía Local sudaban con unas boinas que no son del material que suelen utilizar las fuerzas de seguridad y las fuerzas armadas, en lugar de la lana termoformada (que tampoco es aconsejada para el uso diario veraniego), por cuestiones que desconozco, los efectivos que he visto utilizan boinas de paño polar, mucho más económico que la lana termoformada, esperaremos la respuesta del Ministerio de Seguridad Bonaerense, para saber qué es lo que se está pagando, ya que o existe ignorancia o corrupción, como sea, los perjudicados son los efectivos policiales que deben padecer las altas temperaturas con una boina que les hace cumplir un servicio que es una tortura, de poco sirve una camisa de manga corta con un chaleco inapropiado para el clima y una boina.
Todos a la hora de la foto, se abrazan a los efectivos policiales, intendentes, ministros y políticos, la nueva gobernadora María Eugenia Vidal se la pasa asegurando que vienen a cuidar a los policías y a darles respeto y dignidad en su trabajo, debería haber notado esto en sus recorridas, debajo del uniforme hay una persona, también existen opciones a los pesados chalecos antibalas que se usan o el uso de gorras con viseras que son el complemento ideal de las fuerzas en climas de levadas temperaturas.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
