Más trabajadores a la calle y familias al desamparo. Los nuevos directivos de la 237 continúan con la idea de echar a todos los trabajadores antiguos de la empresa.
Para ello, aplican sanciones, suspensiones, mal liquidación de los sueldos, incluso llegaron a traer matones que a punta de armas de fuego amedrentan a los trabajadores, en la madrugada.
El plan es que los trabajadores se cansen y renuncien, o que acepten la plata que le dan como indemnización (nada). Todo ello, bajo la mirada del Sindicato y del Ministerio de Trabajo, que al parecer están del lado del empresariado.
Los choferes, administrativos, mecánicos, etc. luchan para que los escuchen, en defensa de la fuente laboral.