Para que un crimen no quede impune necesitan testigos

  Aunque cueste creerlo, para que un crimen que lleva más de dos años, no quede impune, solicitan la presencia de testigos ante la falta de evidencias para determinar, cómo ocurrieron los hechos.

Mirta Lucrecia Salvas, en enero del 2008 tenía 26 años de edad, cuando el día 12 de enero partió desde su casa para ir a visitar a una amiga de nombre Lorena  que vivía en el barrio San Atilio de José C. Paz, nunca más regresó. La joven dice que vió esa noche a Mirta, pero que luego la acompañó hasta cerca del lugar donde Mirta se iba a encontrar con un ex novio que era de la zona y que nunca más la volvió a ver.

Nilda Ofelia Lacuadra, hace un breve relato de lo que le tocó vivir en algunos medios, en ellos recuerda que ante la ausencia de Lucrecia, al no volver Lucrecia, Nilda concurrió a realizar la denuncia policial de su jurisdicción, donde le contestaron que debía esperar para realizar la denuncia, «señora seguramente se fue con un macho por ahí» fue la respuesta del oficial de guardia.

Su instinto de madre le decía otra cosa, Lucrecia era muy confidente conmigo y muy buena hija, nunca se hubiese ido a nin­gún lado sin avisarme así que insistió en ir todos los días hasta que le tomaron la denuncia. Todo cambiaría cuando el día 3 de febrero el diario Crónica, publicaba la aparición de un cadáver en la localidad de Moreno, que llevaba una cadenita con la inicial L, del cuerpo solo quedaban algunos huesos, ya que había sido quemado para dificultar la investigación.

Con este dato volvió Nilda a la comisaría de José C. Paz, pero lo informaron que no tenían información sobre la identidad del cuerpo porque eso era en otra jurisdicción. Luego de 10 meses, en octubre un análisis de ADN, confirmó que el cuerpo encontrado destrozado y quemado en Moreno era el de Mirta.

Por el hecho comenzó una investigación de la UFI Nº 21 de Malvinas Argentinas y el Juzgado de Garantías Nº 4 de San Martín. Para la familia de Mirta, muchos saben lo que pasó, pero se quedan callados.

La última vez que se vió con vida a Mirta Lucrecia Salvas, fue el 12 de enero a las 22:00 hs. cuando según su amiga tenía una cita, por el crimen la justicia investigó a la pareja de Lucrecia y a su ex novio, pero sin encontrar elementos que los vincule con este delito, al igual que la amiga quien al parecer fue la última en verla.

Por esto la familia ruega a quien haya visto algo que se presente en la fiscalía para evitar que un grave delito quedé impune, el teléfono de la Fiscalía es el 4451-8651

2 comentarios de “Para que un crimen no quede impune necesitan testigos

  1. Denise….que es lo que te resulta gracioso de esta terrible noticia de la lucha por una madre de que se haga justicia por el asesinato de su hija,Del machismo y la poca profesionalidad de la comisaria…de una mujer más de las cientos y cientos de mujeres desaparecidas que no se molestan por buscar su paradero!! Donde esta la gracia?? idiota.

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