Para la OMS el uso de celulares puede aumentar el riesgo de padecer cáncer

El uso de celulares puede significar un riesgo para el ser humano. Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitieron sus conclusiones luego de estudiar si los celulares pueden causar cáncer o no. La respuesta fue que es «posible».

La conclusión a la que llegaron tras una semana de debate y deliberaciones, sin embargo, es relativa. Los expertos de la Agencia Internacional de Investigación (IARC) advirtieron que tienen que seguir investigando.

Ambas organizaciones anunciaron en la ciudad francesa de Lyon que los campos electromagnéticos generados por las radiofrecuencias de los teléfonos móviles se consideran «posiblemente carcinogénicos para los humanos» y se clasifican, por ello, en una escala de cinco niveles en la categoría «2B», justo en el medio.

Según consigna el diario El País, las radiaciones de los dispositivos con esta reclasificación comparten grupo con el café, muchos colorantes, el diésel de uso marino, el VIH o el virus del papiloma humano. Pero el diario The New York Times enumera una serie de sustancias más nocivas como los químicos y los pesticidas.

La OMS y la IARC basaron su decisión de esa clasificación en las evidencias obtenidas sobre el impacto de esos campos electromagnéticos en el origen de gliomas, un tipo maligno de cáncer cerebral.

«Las pruebas, que continúan acumulándose, son muy fuertes para justificar una clasificación a nivel 2b», dijo Jonathan Samet, presidente del grupo de trabajo, luego de una reunión de ocho horas en Lyon de unos treinta expertos de 14 países bajo patrocinio del IARC.

Aunque los expertos no cuantificaron el riesgo, se refirieron a que un estudio, con datos relevados hasta 2004, que detectó un incremento del 40% en el riesgo de gliomas entre los usuarios más frecuentes de celulares, es decir, los que los empleaban en promedio media hora por día el celular durante aproximadamente una década.

Sin embargo, matizaron esa revelación al afirmar que las evidencias son «limitadas», ya que «hay una «asociación positiva» creíble entre la exposición al uso de celulares y el cáncer, pero que no se pueden excluir otros factores en el desarrollo de éste.

Por otra parte, las organizaciones sólo se limitaron a revisar informes científicos que tienen más de cinco años de antigüedad, por lo que admitieron que «es posible» que las conclusiones a las que arribaron no sean válidas en la actualidad. El panorama podría haber mejorado o empeorado, pero no hay evidencia al respecto.

La conclusión del grupo de trabajo que hoy expuso sus resultados en Lyon es que «puede haber riesgo, y que -por lo tanto- tenemos que vigilar de cerca el vínculo entre los celulares y el riesgo de cáncer», según afirmó Samet que trabaja en la University of Southern California.

En la misma línea, Christopher Wild, director de la IARC, añadió que, «dadas las potenciales consecuencias de estos resultados y de esta clasificación para la salud pública, es importante que se investigue más a largo plazo el uso intensivo de celulares». Y agregó que «a falta de esa información, es importante tomar medidas pragmáticas para reducir la exposición a aparatos como los manos libres o de envío de mensajes de texto».

A la relatividad de las conclusiones se le sumó que las organizaciones evitaron hacer recomendaciones generales y se limitaron a señalar que «debe ser el consumidor el que decida» cómo utiliza el teléfono celular a partir de ahora.

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