Para hacer, primero hay que entender, por la dirigente Susana Scarpatti

logo-discapacidadPara hacer, primero hay que entender, porque sería poco serio prometer hacer, si no sabemos sobre la temática, sino nos informamos correctamente, para poder mejorar hay que saber que está bien y que es necesario modificar, es necesario saber para comprender.

En nuestros encuentros anteriores , hemos hablado desde lo que el PRO  proyecta con respecto a esta temática que nos ocupa .De aquí en más nos abocaremos también a explicar los derechos y las falencias que existente para que dichos derechos se cumplan, para entender como primer paso se hace necesario que pongamos en conocimiento a la sociedad que conformamos todos nosotros  los ciudadanos de que se trata  “tener “ una discapacidad, para ello es necesario partir de  conocer la diferencia existente entre “ ser “ discapacitado y “ tener “ una discapacidad, para ello recurriremos a la definición del Art.1 de la Convención sobre los Derechos de las Personas  con Discapacidad  “Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás».

Nótese  que la propia convención utiliza el verbo “ tener» y no el verbo «ser», porque la realidad es que se “tiene” una deficiencia física, un déficit no es necesariamente una discapacidad, reiteramos una discapacidad es algo que se “tiene” y no algo que se “es”, por ello decimos que la discapacidad es  sólo un aspecto de la persona, ello no define la totalidad de individuo, preguntemos quien de nosotros no tiene una presbicia, un problema de corazón  etc.,  bueno ello es una insuficiencia en todo caso somos todos discapacitados, por supuesto hay quienes tienen patologías más complejas que las traen desde el nacimiento  o quienes las adquirieron a lo largo de su vida, dado que  estamos hablando de una temática que abarca desde el mismo momento de la existencia, a niños, adolescentes, adultos, mayores adultos.

Entonces aprendamos que no hay capacidades diferentes ni son personas con necesidades especiales: todos tenemos las mismas capacidades en todo caso es un tema de grado. La utilización de estos eufemismos invisiblizan el problema: usar términos como los que nombramos recién evitan que enfrentemos la realidad.

Hablamos de personas con discapacidad, no discapacitados: la persona como eje, no la discapacidad. Por eso como sociedad tenemos que conocer y aprender cuales son las diferencias terminológicas para poder comprender y aprender de que estamos hablando.

Dirigente Pro Avellaneda Susana Scarpatti – Dra. Nélida Traba – Profesora Mónica Gayoso Magdalena

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