El martes 19 de julio, a las 13:23 hs. en la Av. Santa Fe y Juan B. Justo, un vehículo gris, marca Honda, modelo Fit, patente HZG 123, con distintivos de usuario con discapacidad, era conducido imprudentemente por una señora mayor que circulaba utilizando una mano y hablándo por teléfono celular.
Son muchas las ocasiones en que las ONG y personas con discapacidad, suelen denunciar el incumplimiento de los beneficios que poseen las personas con discapacidad y el cupo para formar parte de la administración pública. Destacan correctamente que no siempre encuentran respeto en los demás ciudadanos, cuando se estaciona obstruyendo las rampas en las esquinas, o la prioridad en colas, atención o circulación.
Si bien la Ley 22.431, enumera varios privilegios para las personas con discapacidad, esto no contempla el violar las normas básicas de tránsito, obligatorias para todos los ciudadanos. Esto es, que existe un permiso amplio de estacionamiento, conducir hablando por celular, no solo constituye un acto irresponsable y reprochable administrtiva y judicialmente, sino también una exposición para terceros, ajenos a la conducta desaprensiva de quien la realiza, que bien puede terminar en un accidente de tránsito con consecuencias impredicibles.
Si el requisito en los vehículos identificados con distintivos sobre discapacidad, incluye en la mayoría de los casos, requisitos de modificación del auto a utilizar, el riesgo de conducir con una sola mano, aumenta el riesgo de accidente.
Es mi opinión personal, que el respeto siempre debe ser mutuo, y nadie puede creer que los privilegios que el Estado reconoce para un sector por su discapacidad, se puede extender, a una especie de inmunidad, cuando el concepto de inclusión es justamente igualar a las personas, igualdad que entiendo, se debe respetar sin privilegios.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
