Empleados de la sucursal del barrio porteño de Palermo tomaron el local tras el despido de un ex delegado. Denunciaron persecución gremial y se mantienen en estado de alerta. «La compañía dio un mensaje antisindical, esperaron que no tuviera fueros y lo echaron», explicó Nicolás Benchoan, miembro del cuerpo de delegados.
Empleados de Easy Palermo, tras el despido de un ex delegado, mantienen la sucursal en «estado de alerta», lo que llevará este martes a un nuevo cese de actividades.
En comunicación trabajadores denunciaron «persecución gremial». Durante la tarde del martes tienen una audiencia en el Ministerio de Trabajo, donde pedirán que les dicten la conciliación obligatoria. Nicolás Benchoan, miembro del cuerpo de delegados de Easy Palermo, habló con este medio y relató que «hace unos dos años que venimos denunciando irregularidades». Y si bien aclaró que habla por la sucursal ubicada en Intendente Bullrich al 300, dijo que «a nivel nacional se vive el mismo panorama».
La principal queja de Benchoan es que «abrieron retiros voluntarios y, como ofrecieron buen dinero, mucha gente se fue. Entonces la empresa tomó personal part-time pero, por ejemplo, estos trabajan dos tercios de un empleado tiempo completo». Asimismo, los delegados aseguran que el sector de envíos y de cajas es «personal tercerizado».
En relación con el despido de Pablo Contreras (ocurrido el 13 de marzo), para Nicolás se enmarca dentro de la «persecución gremial. Es una medida antisindical. Esperaron que no tuviera fueros y lo echaron. Ese es el mensaje que da la compañía».
Este martes a las 16:00 hs. los delegados mantendrán una reunión en el Ministerio de Trabajo, donde esperan que se dicte la conciliación obligatoria. Además, frenarán las actividades en la sucursal afectada.
