La ex ministra Graciela Ocaña avaló las acciones del juez federal Norberto Oyarbide en la causa de los medicamentos «truchos» y dijo que el tiempo le dio la razón tras alertar que en el mercado farmacéutico y las obras sociales sindicales «trabajan mafias desde hace mucho tiempo».
«El juez y el fiscal han realizado una excelente investigación de mucho tiempo y recolectado muy buena información. En definitiva definió lo mismo que venimos diciendo desde hace mucho sobre la tareas de estas mafias en la salud», sostuvo Ocaña.
En declaraciones a Asteriscos AM, que se emite por Radio El Mundo, Ocaña también reconoció sentirse «preocupada» por algunas amenazas que recibió y puntualizó que le hicieron escuchar «llamadas intimidatorias y desgrabaciones completas de conversaciones privadas» que había mantenido.
«Hubo una logística que enviaba amenazas y formas de presión con escuchas telefónicas completas», denunció la ex funcionario, quien se mostró desencantada con el Gobierno de Cristina Kirchner.
La ex integrante del gobierno nacional también lamentó la «desprotección» que vivió en los últimos tiempos de su gestión y que tuvo como metodología de «presión» el pedido casi diario de «mi renuncia».
Si bien aceptó que su denuncia sobre las mafias en el manejo de los medicamentos por ciertos sectores de poder se puede comparar con la realizada en los 90 por el ministro Domingo Cavallo cuando habló de las «mafias enqustadas en el poder», en alusión al luego suicidado empresario Alfredo Yabrán, Ocaña recalcó que ella eligió un «camino distinto» para hacerlo publico: la Justicia.
«Aquella fue una denuncia política y nada más, yo sólo usé los carriles que me parecieron mas correctos, ir a la justicia y con las pruebas», señaló Ocaña.
En esa «soledad» que vivió en los últimos tiempos dentro del gobierno nacional, Ocaña reconoció que «muy pocos» dirigentes estuvieron junto a ella y menos aún los que la acompañaron en el apoyo luego de su salida de la gestión.
En ese escenario, lamentó que el kirchnerismo «se alejó completamente de la idea» que la sedujo al ser convocada en 2004, a integrarse primero como titular del PAMI, y que tenía una relación directa a la idea política de la «traversavilidad y concertación».
«La primera etapa de este gobierno apuntó a estos cambios estructurales importantes y muchos de los que no veníamos del peronismo pensamos que cuando terminó la gestión de Kirchner se ponía en funcionamiento esa concertación al estilo chileno, pero eso no se materializó», señaló Ocaña.
En esa línea, agregó: «Esto sirvió para cortar los márgenes de acción de muchos dirigentes extrapartidarias y alejarnos de esta gestión».
Sobre el sistema de salud, reiteró que «se usa el 9 por ciento del PBI y es mucho, pero lamentablemente eso no se ve reflejado en una salud digna para los argentinos».
En lo personal, Ocaña dijo estar decidida a «descansar un poco» y dedicarse a su familia, su trabajo y dar clases, además de trabajar en una fundación.
«Recibí mucho llamados de apoyo y de invitaciones para sumarme a proyectos. ¨Si me llamó Carrió?. Sí, Lilita fue una de las primeras que me llamó», reveló la ex ministra.
