Néstor Grindetti y el arte de mentir en política

Se dice y hasta se acepta socialmente que los políticos mienten, que cuando están en campaña son unos iluminados con todas las soluciones, incluso de candidatos que van por una reelección.

Subestimando la inteligencia del votante, personajes que no han encausado su gestión aseguran sin dudar que ellos son la solución a lo que no solucionaron.

En ese universo político, Néstor Grindetti, es un «viejo lobo» de la política y sabiendo donde acomodarse supo ser uno de los hombres de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, nada menos que en el poderoso ministerio de Hacienda, a pesar de denuncias y escándalos, siempre mantuvo un perfil bajo y sin despertar interés en los medios de prensa.

Su baja exposición le permitió manejar su ministerio alejado de las agendas periodísticas y pasar sin dar explicaciones algunas conductas reprochables ética y moralmente, incluso contrarias a la Ley, curiosamente nunca fue objetado por las organismos de control de la Ciudad a pesar que las huellas de sus acciones quedaron registradas en el Boletín Oficial.

Y tal vez lo más notorio de su buena salud política, fue que se presentó a las elecciones a intendente contando con un pedido de captura internacional, en el gobierno de Cristina Sergio Berni era un alto funcionario de Interpol, pero parece que no se había enterado de la placa roja sobre Néstor Grindetti.

Pero ya emparchado su pasado, Néstro Grindetti, apostó fuerte a su gestión en el municipio de Lanús, la estrategia sencilla pero efectiva, aprovechar sus vínculos con el gobierno nacional y provincial para obtener no solo recursos, sino una caja importante para los medios grandes y así amplificar sus obras, poco importa si son importantes, bien ejecutadas o necesarias, lo que importa es tener algo para mostrar, lo mismo hizo en seguridad, donde llevó a Diego Kravetz, para tener un hombre fuerte y que le guste más las cámaras que el trabajo.

«Seamos humildes, tengamos grandeza y mayor capacidad de escucha, tenemos que hablar con más vecinos y recordarles como era Lanús hace 4 años y como es ahora», indicó el jefe comunal y sentenció: «Del otro lado hay un grupo de dirigentes que no tienen ni propuestas ni proyectos, tal vez porque no conocen el distrito».

Bueno Néstor, lo tuyo como gestión es de regular a malo, porque las obras se hicieron en donde se ven, es decir sobre avenidas o el nuevo puente, pero las calles en el 80% del municipio son un desastre, la cuestión de seguridad si bien hay un trabajo importante diario, no pasa de delitos menores en un entran y salen, con lo cual las estadísticas reales son malas, hay aprehendidos pero hay un alto nivel de delitos, esto ocurre cuando se cree que la inseguridad se combate con más patrulleros o recargando a los policías, señal evidente de que del tema no entienden mucho.

Conclusión, Néstor Grindetti deja mucho que desear, la estrategia propuesta se queda a mitad de camino.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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