Fueron ordenados por el juez Sebastián Casanello. Fueron en una sede de Prefectura, la Agencia Gubernamental de Control y en tres empresas.La investigación por las cinco muerte en la fiesta electrónica Time Warp de Costa Salguero tuvo un día activo. El dato sobresaliente fue el pedido de detención que libró Federico Delgado para Adrián Conci, presidente de la compañía «Dell Producciones S.A.», uno de los organizadores. Pero, en paralelo, el juez a cargo de la causa, Sebastián Casanello, ordenó el allanamiento de una sede de Prefectura Naval, del cual participó.
El operativo se llevó a cabo luego de que el magistrado encontrara un contrato firmado entre esa fuerza y los organizadores por 30.000 pesos en concepto de servicios adicionales de vigilancia con la fuerza de seguridad que tenía que controlar la seguridad en el lugar. También se llevó otros contratos de la Prefectura con otras empresas, correspondientes a operativos anteriores.
Según confirmaron fuentes oficiales, todavía no se inició una investigación interna sobre los efectivos de Prefectura en el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Casanello se presentó en el lugar junto con la división de Precursores Químicos de la Policía Federal, que estuvo a cargo del allanamiento. El juez cree que seguir el camino de este contrato podrá ayudar a determinar si hubo una zona liberada en el predio.
Además de Prefectura, el juez ordenó otros allanamientos. Entre ellos, hubo operativos en tres sedes de la empresa Speed, la bebida energizante, la Agencia Gubernamental de Control, una empresa de SEC Socorrismo y otra llamada Semec, que prestó la asistencia sanitaria en el evento.
Detención
En la argumentación para pedir detener a Adrián Conci, Delgado sostuvo en su dictamen que dentro del complejo hubo «venta de droga organizada» y pidió investigar a otras empresas que también participaron de la explotación del evento.
«Hubo una actuación deliberada en la que la vida se subordinó a la decisión de lucrar con la venta de drogasy todo ello terminó con la muerte de cinco personas», explicó el fiscal.
Para eso se basó en la declaración de testigos que describieron que al ingresar al lugar «los vendedores de drogas recibían a la gente ofreciendo `keta, lcd, éxtasis, cocaína y superman`».
Los testigos también describieron «baños colapsados, nula ventilación, ambiente sin ventanas y sin ventiladores, altísimas temperaturas, grandes colas de personas para acceder a la compra de botellas de agua (más de una hora de tiempo) las cuales se vendían a $40 pesos e incluso se llegaban a pagar $100 si en la caja no tenían cambio, robos de botellas de agua y avalanchas en el ingreso y en horario pico producto de la excesiva cantidad de gente que había -posible sobreventa de entradas».
Fueron ordenados por el juez Sebastián Casanello. Fueron en una sede de Prefectura, la Agencia Gubernamental de Control y en tres empresas.
