Endurecieron las sanciones para los automovilistas que intentan ocultar el dominio. «La persona que sale a la calle con la patente tapada es alguien que sabe que va a violar la ley», dijo su impulsor.
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó una iniciativa que eleva el monto de las sanciones para quien obstruya la visibilidad del dominio de su automóvil. La práctica se tornó habitual para los conductores que quieren evitar multas de tránsito.
La ley, impulsada por el diputado del PRO Roberto Quattromano, fue sancionada con 53 votos. Su texto lleva a mil unidades fijas el monto pecunario que debe pagar el infractor. Cada unidad fija equivale a medio litro de la nafta de mejor octanaje, hoy en torno a los $15 en las estaciones de servicio Shell.
«Hay multas que se hacen por distracciones y el conductor no tiene malas intenciones. Pero esto es premeditado, la persona que sale a la calle con la patente tapada es alguien que sabe que va a violar la ley y no quiere que lo reconozcan», explicó Quattromano.
Ocultar la patente, adulterarla o reemplazarla es una práctica habitual para evitar una sanción. Esta maniobra se suele realizar tapando o alterando alguna letra o algún número, envolviendo la placa con trapos o bolsas, adhiriendo calcomanías, doblando la chapa, fijando un CD o espejo para que el flash de la fotomulta se refleje, entre otros de los ejemplos contemplados por la norma.
