Una grave denuncia volvieron a presentar vecinos de la ciudad de Monte Grande contra el hospital de Santamarina de Esteban Echeverría, donde una joven de 22 años perdió la vista a causa de un pico de presión y de no haber recibido asistencia médica.

Debido a ello, aunque no es el primer caso, exigieron al gobierno de Fernando Gray que garantice el servicio de salud pública para todos y no sólo para quienes tengan “algún padrino”. El miércoles pasado, a las 17, Paola Barraza y su madre -oriundas del barrio Escuela 2- concurrieron a este nosocomio, pero no la atendieron porque no había cama disponible para dejarla internada. Esto provocó que perdiera totalmente su visión. Como el cuadro no mejoraba, con la ayuda de algunos dirigentes barriales que se comunicaron con funcionarios y concejales, lograron que a las 22 fuera atendida por el Dr. Vaiz, aunque rápidamente la dio de alta, a pesar de que su madre solicitaba se la dejara en observación y se le hiciera un electrocardiograma porque “se le acalambraba el pecho y tenía convulsiones”. Graciela Aloe volvió a cuestionar que “en el nosocomio sólo atienden a la gente que tiene un padrino”, y agradeció la intervención de Claudio Pascale y la concejal Marta Mangas -que se hizo presente en la guardia- para que finalmente fuera atendida cuando se presentó por segunda vez. “Es inconcebible que esto siga pasando en Echeverría. La salud debe ser un derecho para todos y no para quienes conocen a alguien con peso político”, subrayó indignada esta vecina.

Cabe recordar que a comienzos del mes pasado, un grupo de vecinos había denunciado que el municipio había hecho abandono de persona por no haber atendido a un joven discapacitado que vive en la calle y que padecía un grave cuadro febril. El pedido de ayuda también se había trasladado a la Secretaría de Salud municipal pero tampoco lograron una respuesta inmediata.

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