Más del 80% de los diabéticos demora a la hora de tratarse

Lo reveló un reciente estudio. Los investigadores hallaron que la aplicación de insulina es baja y tardía en casi todo el mundo, lo que deviene en complicaciones cardiovasculares, renales y visuales.

El nivel elevado de azúcar en sangre, la demora en el comienzo de aplicación de insulina y el alto nivel de complicaciones siguen siendo las dificultades habituales que enfrenta la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 en el mundo.

Los datos iniciales del A1chieve, un estudio sobre la diabetes tipo 2 realizado a 66.726 pacientes de 28 países de Asia, África, Europa y América Latina –incluida la Argentina-, fueron presentados hace algunas semanas en San Diego, en el marco del 71º Congreso de la Asociación Americana de Diabetes.

Los datos obtenidos de los pacientes antes de que ninguna de las insulinas del estudio fueran iniciadas mostraron que el control de la diabetes era, en general, deficiente, con un nivel promedio de glucosa en sangre (lo que se denomina hemoglobina glicosilada, HbA1c) de un 9.5%, que está por encima del 7% considerado como el valor deseable según las recomendaciones internacionales de tratamiento.

Casi el 75% de los participantes presentaba enfermedad cardiovascular, y cerca del 84% tenía otras complicaciones asociadas a la diabetes tales como enfermedad renal, problemas en la vista, úlceras en los pies y neuropatías.

Estos datos, sin embargo, varían según la región. Al momento de ingresar al estudio, cerca de un 9% de los pacientes no había recibido ningún tipo de medicación para reducir la glucosa en sangre, a pesar de presentar un nivel HbA1c superior a un 10%. Los que habían sido tratados con medicamentos orales justo antes de ingresar al análisis presentaban diagnóstico de diabetes desde hacía 5,9 años en el sur de Asia y 10,4 años en América Latina, lo cual indica una demora significativa en el comienzo del tratamiento con insulina.

Frente a los datos latinoamericanos, León Litvak, presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes (SAD) y uno de los autores del trabajo, sostuvo que “existen estudios que sugieren que a los cinco años de diagnóstico el 50% de los diabéticos requieren insulina”. Para él, que en la región se demore el doble en comenzar con el tratamiento con insulina se debe, en principio, a un cierto perjuicio del paciente, seguido por una atención no especializada –en general los afectados son tratados por médicos clínicos o nutricionistas, y su derivación incrementa el tiempo de inicio de la correcta intervención- y la tardanza a causa de la “educación” que necesita el enfermo a la hora de aplicarse la medicación, informó el diario La Nación.

En tanto, los pacientes del estudio que habían sido tratados previamente con insulina recibieron bajas dosis y la dosis no se aumentó con el tiempo, tal como suele ser requerido con la progresión de la enfermedad.

Consultado acerca de los datos obtenidos, Philip Home, profesor en Diabetes en la Universidad de Newcastle, Inglaterra, comentó: “Esta información destaca la necesidad constante de mejorar el tratamiento de los pacientes con diabetes tipo 2 en todo el mundo. Los datos muestran claramente que se suele retrasar el inicio y la optimización de la terapia con insulina, lo cual deviene en un control glucémico deficiente, que genera las complicaciones asociadas a la diabetes”.

En la Argentina, se calcula que un 7% de la población adulta es diabética. Esta enfermedad, en su tipo 2, es generada por una resistencia de las células a la insulina, lo que afecta el metabolismo de los carbohidratos, los lípidos y las proteínas.

Algunos de los síntomas son: emisión excesiva de orina (poliuria), aumento anormal de la necesidad de comer (polifagia) e incremento de la sed (polidipsia).

Inicialmente, el tratamiento incluye un régimen adecuado de alimentación, la práctica de actividad física y la ingesta de medicamentos orales (hipoglucemiantes).

A1chieve es un estudio internacional, prospectivo, multicéntrico, abierto, nointervencional, de 24 semanas de duración, realizado en personas con diabetes mellitus tipo 2.

Diseñado para reflejar la práctica clínica real, el estudio clínico evaluó a los pacientes que, según el juicio clínico del médico, tenían que comenzar un tratamiento con insulina. Cada tratamiento podía ser administrado solo o en combinación. A partir de la indicación, el médico evaluaría la seguridad y la efectividad de la terapia en las visitas clínicas de rutina del paciente.

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