Marcelo Frecha y una nueva opereta PRO

Una vez más el Foro Avellaneda Segura, que dirige Marcelo Mario Frecha, vuelve a quedar en ridículo por la ambición de sumar pauta vaya uno a saber facturada cómo y publica una opereta muy berreta contra el intendente Jorge Ferraresi con un video en el que la mujer que lo fimó no tiene la menor idea de lo que ve y filma, pero opina como si fuera arquitecta o ingeniera.

Entiendo ya que uno puede tener sus opiniones y hasta ser critico sobre lo que otro hace, pero si vas a hacer público algo, por respeto trata de informarte y no ofenderte si hablas de lo que no sabes, si profetizas pavadas y después te ofende que digan que sos ignorante.

El video es subido a las redes sociales por la consejera escolar de CAMBIEMOS Gabriela Pérez, una funcionaria que por varias de sus publicaciones opina más de lo que sabe y para peor no se hace cargo, porque si sos funcionaria por Ley estás obligada a denunciar en la justicia las irregularidades y después sí inunda las redes con tu denuncia hecha que es lo que corresponde, esta extraña necesidad de generar puterío político en las redes sociales no suma nada, salvo a Marcelo Frecha que como dice el refrán por interés baila el mono.

La definición de CIMIENTO para la señora y el señor Frecha en resúmen es la siguiente: Parte de una construcción que está bajo tierra y le da solidez, le sirve de base y apoyo.

Nada tiene que ver con las grietas del reboque y mucho menos con ser motivo de inseguridad en un edificio, eso pasa incluso en costosas construcciones privadas y los orígenes pueden ser variados, no siempre por corrupción en la obra y si tienen pruebas la autora del video, Marcelo Frecha o los opinólogos que dicen que se robaron todo, que vayan a la justicia, de lo contrario son cómplices no hay otra definición.

Con esto no defiendo la gestión de Ferreresi, mucho menos del secretario de obras y servicios públicos Lambezat que es un impresentable, pero se puede criticar y denunciar sin necesidad de recurrir a la mentira, mucho menos al ridículo.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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