Maia Lata, la mentira tiene patas cortas

Maia-Lata

Una vez más el oficialismo local de Avellaneda, recurre a los «satélites» alquilados, perdón, aliados, esos concejales que llegaron con un discurso, representando a un sector de los vecinos y terminaron apoyando al dueño de la billetera, especulando más con el bienestar económico que con los ideales.

Maia Lata, vuelve a brindar o autorizar una entrevista, lo que es lo mismo, donde vamos a repasar algunas frases para darnos cuenta de que la concejal o perdió la noción del partido donde vive, más aún del barrio o nos miente en la cara sabiendo que hay mucha gente desinformada.

Sobre la nueva ruptura en el FR de Avellaneda opinó:

“Si bien tenían un solo bloque, venían trabajando por separado y no tenían la misma forma de trabajo. No es algo que haya sorprendido dentro del Concejo Deliberante”

“Se juntaron por mera oposición a todo y esto es lo que ocurre después. No construyen un frente por ideales en común sino que se juntan porque están ‘en contra de’ y me parece que es lo que hay que evitar en la política”.

 “No se los ve caminando por los barrios, más que nada tratan de pintar lugares y hacer banderas como para que la gente los vea, pero no se los ve laburando en los barrios verdaderamente”.

“Juntos o separados, no mueven el amperímetro del intendente”.

“Ferraresi viene bien posicionado porque ha cumplido con todo lo que le prometió al vecino de Avellaneda”.

“Nos basamos en lo que dice la gente y no hay vecino que esté en contra de lo que esté haciendo el intendente. Puso cloacas, luces, nuevos jardines, hay mucha obra pública en el municipio y eso la gente lo ve”, resaltó.

Bueno la concejal Lata es una hipócrita si de ideales habla, ya que se apartó del partido por el cual llegó a ser concejal justamente traicionando los ideales y en medio de un escándalo de acusaciones cruzadas, incluso fue duramente cuestionada en su momento la forma en que llegó a la lista de concejales del socialismo, en ese momento la acusaban de ser una trepadora que iba a traicionar al partido y el pase a las filas del oficialismo, maquillado en un nuevo supuesto espacio socialista parece dar la razón de quienes la criticaron.

Las referencias a que la oposición no recorre el partido son tal vez una de las declaraciones más estúpidas que puede hacer una persona, con las redes sociales la información se hace minuto a minuto y sobran publicaciones de los distintos sectores de la oposición reunidos con vecinos, visitando barrios, ferias, por lo que esta apreciación de la concejal es derrumbada en dos clik, alguien la asesora muy mal, o la necesidad tiene cara de hereje y ya no importa nada.

Asegurar que NO HAY VECINO EN CONTRA DE LO QUE ESTÁ HACIENDO EL INTENDENTE, bueno, Maia Lata o necesita un par de lentes, una alta dosis de algún medicamento para la memoria o dejar de mentir compulsivamente, a metros de donde vive su familia, los vecinos no solo se opusieron a las obras del intendente para construir un nuevo jardín de infantes, sino que se criticaron varias de las medidas, en otros barrios como Sarandí, Villa Tranquila, Villa Domínico, Wilde, Piñeyro, Gerli y Quinta Galli, muchos vecinos se movilizaron para reclamar o protestar por obras del municipio o el intendente Ferraresi.

Peor aún, la concejal sigue opinando por opinar incluso en temas de los que no tiene la menor idea como es seguridad.

“Es algo que venían pidiendo los vecinos de Avellaneda desde hace rato. Es muy bueno para el municipio porque va a garantizar tener mayor seguridad”.

“La seguridad es una parte que se está haciendo con la Policía Comunal y nosotros estamos trabajando con los chicos en los jardines, en los clubes, en las sociedades de fomento y todas las actividades que hay en los centros culturales. Me parece que hay que hablar un poco más de inclusión cuando se habla de seguridad y no sólo sobre la policía”.

La concejal repite un discurso que ha demostrado ser insuficiente, la inclusión es necesaria para mejorar la seguridad acompañada de otras medidas tan o más importantes, lo que no nos cuenta es a qué llama inclusión y de qué manera desarrollan esa tarea de inclusión vinculada a la seguridad, es decir, al no saber que decir del tema, queda bien decir que para que exista seguridad debe existir seguridad, argumento que por sí solo expone la mediocridad en la materia de quien debiera informarse para representar como corresponde a los vecinos.

Asegurar que la Policía Comunal garantiza tener mayor seguridad, es una expresión más de deseo que una realidad, ya que los ignorantes creen que la seguridad es cuestión de más policías y patrulleros, lo que en el tiempo termina generando fuerzas de seguridad deficientes tanto operativamente como económicamente, porque se suman efectivos, lo que es un mayor presupuesto para el Estado, se suman recursos lo que genera un mayor gasto al Estado, y no se tiene en cuenta que el delito no se previene con un policía al lado de cada vecino, que esa forma de pensar además de equivocada es inoperante.

Hasta el cansancio se sabe que es mejor calidad que cantidad, pero estos políticos que viven de la tajada de cada presupuesto es obvio que alientan cada medida que genere mayores gastos, todo se infla, yo me pregunto, ¿ qué político serio en el mundo avalaría más gasto del Estado en un Estado pobre?, eso solo ocurre en gobiernos subdesarrollados, donde reina la corrupción, el mejor ejemplo de la mentira e improvisación en materia de seguridad es la Policía Comunal asignada a Avellaneda, los efectivos recibieron el arma un día antes y otros horas antes de la presentación y puesta en funciones, eso sí, los chalecos antibalas no llegaron.

El intendente Ferraresi, declaró que se sentía un poco el padre de estos policías que egresaban y que esta fue una de las mejroes decisiones que tomó como intendente, a ver, otro caradura para las declaraciones, ¿ qué padre expondría a sus hijos a trabajar de policía sin la protección de un chaleco?, un poco de coherencia señores políticos, dejen de recitarnos lindas frases como si fueran dramaturgos y bajen un poco a la realidad, a lo que los vecinos esperan escuchar de ustedes.

 

 

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

 

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