Unas 30 mujeres internadas en el hospital provincial Estéves de Temperley exponen sus creaciones realizadas en el taller de pintura. Las obras están a la venta. La importancia del arte para trabajar en la inserción de las pacientes en la comunidad.
Todos los lunes, martes y jueves, por la mañana o por la tarde, un grupo de mujeres camina los cien metros de césped y árboles que separan las grandes habitaciones blancas en las que viven del edificio donde funciona el taller de pintura. Son internas del hospital provincial especializado José Estéves de Temperley, pacientes esquizofrénicas, depresivas, abandonadas por la familia e internadas, la gran mayoría, hace muchísimos años. Y el taller de pintura es parte de un programa del ministerio de Salud de la Provincia que busca romper las barreras del encierro: las obras de las mujeres se exponen y venden en una galería cultural de la ciudad.
Elsa tiene 24 años, vive en el Estéves desde los 16 y dice que pintar le permite crear con la mente y la imaginación. Uno de sus cuadros ya fue vendido y tiene expuestas varias obras. Marta, de 51, asegura que no tiene ningún don para dibujar, pero que el taller le encanta porque “hay silencio y podemos escuchar música”. Andrea tiene 40, es de Jujuy y habla tan bajo que hay que ponerse muy cerca para escucharla. Su última obra llama la atención: un mar azul oscuro, un cielo también azul oscuro, una línea divisoria difusa y, justo ahí, un hombre chiquito y completamente negro: su ex novio.
En el hospital Estéves están internadas unas 750 mujeres. No hace muchos años el número ascendía a 1.500. Actualmente cuenta con el Programa de Rehabilitación y Externación Asistida (PREA), mediante el cual 70 pacientes conviven externadas en 15 casas alquiladas por el ministerio de Salud de la Provincia.
“Se trata de dar calidad de vida a las personas internadas, de compartir el encierro, de generar los lazos para romperlo, de contener y apostar a que la nueva ley de Salud Mental se aplique cada vez con más fuerza en nuestra Provincia”, afirmó el ministro de Salud, Alejandro Collia. Las pacientes participaron en la inauguración de la muestra y ahora, todas las tardes, un grupo compuesto por algunas de las artistas, junto a compañeras, la visitan como parte de las salidas que se organizan en el Hospital.
El taller de pintura forma parte de una serie de talleres de arte en los que se busca generar los vínculos para la inserción de las mujeres nuevamente en la comunidad. En total funcionan unos 16 talleres de, por ejemplo, literatura, teatro, arreglo personal, huerta y manualidades. Las mujeres arman su cronograma de talleres según sus intereses.
El profesor del taller, uno de los más concurridos, es un pintor llamado Rubén Soriente. Hace 15 años llegó al hospital como voluntario, tras un proyecto de murales en las paredes del hospital que dan a la calle. Hoy es tallerista de planta del hospital y afirma que “frente a una serie de situaciones de incertidumbre que se viven al estar internadas, el taller produce el aquí y el ahora, permite crear algo con lo que se identifican, que lleva su nombre, que las representa”.
Rubén Soriente trabaja con sus alumnas en una sala repleta de colores, opuesta al blanco de las habitaciones que comparten en el hospital. En las paredes cuelgan los cuadros que ellas mismas pintan y siempre se escucha música mientras trabajan: Mercedes Sosa, Pink Floyd, Silvio Rodríguez y Queen son parte del repertorio favorito.
La exposición
La exposición, titulada “Lo cierto y lo incierto zarpando de muros paralelos”, forma parte del taller de pintura que dirige el profesor Soriente, del área de rehabilitación CREAR del hospital provincial Estéves. En la muestra exponen 30 pacientes y las obras se encuentran en venta: muchas de ellas ya fueron adquiridas. La exposición puede visitarse hasta el 20 de agosto, todos los días, de 14 a 19, en la galería de arte Designum, ubicada en General Tomás Guido 650, Temperley.
