La Plata:Se suicida, confeso asesino a días de ser juzgado y condenado

El sujeto que este jueves iba a ser condenado por el homicidio de la empleada del shopping Norcenter en Vicente López en febrero del año pasado, decidió suicidarse en la cárcel de Melchor Romero. Los agentes penitenciarios encontraron a Javier Otero en su propia celda con una sábana enroscada al cuello. Otra muerte que se suma a las que este año se suceden en el SPB.

Javier Horacio Otero, el hombre que el jueves iba a ser condenado por el homicidio de María Soledad Carlino, la chica que trabajaba en el shopping Norcenter de Vicente López y en 2011 apareció asesinada abajo de la cama del imputado, se suicidó en su celda de la cárcel de Melchor Romero.

Fuentes judiciales informaron que Otero (33) fue hallado esta medianoche ahorcado con una sábana en su celda de esa unidad psiquiátrica del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). El juicio que el próximo jueves iba a terminar en el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro con una casi segura condena a prisión perpetua, ahora quedará suspendido y sin resolución.

Aparte del homicidio de Carlino, Otero iba a enfrentar próximamente un segundo juicio oral, en Capital Federal, por la violación de una ex novia cometida en noviembre de 2010 en el barrio porteño de Palermo. Y además, había sido llamado a indagatoria por el homicidio de Stella Maris Contreras, una abogada que 12 días antes del crimen de Carlino apareció degollada, con 36 puñaladas y calcinada en su departamento incendiado del barrio de Balvanera.

Ahora que está muerto, la acción penal contra Otero quedó extinta, por lo que todas estas causas serán archivadas. Otero ya había tenido un primer intento de suicidio a pocos días de ser detenido en los calabozos de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de San Isidro, donde se tomó un bidón con detergente y lavandina.

Por ese motivo, cuando se le dictó la prisión preventiva y quedó a disposición del SPB, se lo derivó a la Unidad 34 psiquiátrica de Melchor Romero, donde apareció muerto. Fuentes judiciales indicaron que la muerte de Otero en su calabozo ahora será investigada por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de La Plata.

El jueves pasado tanto la Fiscal de Vicente López Beatriz Molinelli como los abogados de los padres de Carlino, habían solicitado en sus alegatos la pena de reclusión perpetua para Otero. Ambas partes acusadores consideraban que Otero era autor de los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado, homicidio agravado criminis causa (matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad) y robo”.

La defensores, Adrián Arena y Guillermo Romero, aceptaron en su alegato la culpabilidad de Otero en el crimen, aunque sostuvieron que para ellos no hubo ni privación ilegal de la libertad, ni robo y que había dudas respecto al abuso sexual al sugerir que las relaciones sexuales mantenidas entre víctima y victimario pudieron ser consentidas.

Por eso pidieron que Otero sea condenado pero sólo por homicidio simple, que tiene una pena de 8 a 25 años. La jornada terminó con algunos disturbios, cuando el padre, el hermano y el ex novio de Carlino, insultaron y quisieron agredir a Otero en la sala.

La Fiscal Molinelli dio por probado en el juicio que la tarde del 23 de febrero de 2011, María Soledad Carlino (23) se retiró del Norcenter de Vicente López donde trabajaba como recepcionista en compañía de Otero, quien la había engañado diciéndole que le había conseguido una entrevista laboral en el área de Recursos Humanos de la empresa de televisión satelital de Munro donde él trabajaba.

Otero llevó a Soledad a su casa de la calle Pastorino 634 de la localidad de Sáenz Peña, partido de Tres de Febrero, donde la violó y la asesinó con un triple mecanismo de asfixia: la estrangulación manual del cuello, la compresión de nariz y boca y la colocación de una bolsa de nailon en la cabeza.

Cuando la Fiscal Molinelli y la policía allanaron la casa de Otero al día siguiente de la desaparición de Carlino, encontraron el cadáver de la chica envuelto en sábanas debajo de la cama y a Otero llegando en su auto con un bidón de nafta con el que se presume iba a calcinar el cuerpo.

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