Un abogado, su esposa y sus dos hijos fueron víctimas de una «entradera» al llegar a su casa, donde cuatro delincuentes que se desplazaban en dos motos los asaltaron. Como la familia no tenía guardado dinero dentro de la casa, los ladrones sólo lograron llevarse la plata que el abogado tenía en la billetera.
Pese a los momentos de tensión vividos por las víctimas, losdelincuentes no pudieron obtener un botín importante.
El episodio, que se conoció hoy, sucedió el lunes pasado por la noche, cerca de las 20:00, cuando la familia llegaba a su vivienda de la calle 134 entre 46 y 47, del barrio San Carlos de La Plata.
En ese momento, arribaban a la casa Hernán Calcopietro, de 39 años, su esposa y sus dos hijos, de seis años y 20 días de vida, según lo señalado por el diario El Día de esta ciudad.
«Me bajé del auto para abrir el garaje. Cuando volví, vi la luz de dos motos que se acercaban: eran ladrones», relató la propia víctima.
Mientras el abogado intentaba guardar el auto en la cochera, los cuatro delincuentes que ocasionalmente transitaban por la zona se dieron cuenta de que tenían a sus víctimas al alcance y desprotegidas.
«Las dos motos tuvieron que frenar por una cuneta que hay en la calle. Cuando los vi mirándome, me la vi venir», sostuvo Hernán respecto de que se había percatado de que estaban a punto de asaltarlo.
Además de los cuatro miembros de la familia, en el lugar también estaba una vecina, que había salido a saludarlos.
Tres de los cuatro delincuentes, de al menos 30 años, obligaron al hombre a entrar a la casa, encañonándolo por la cintura y la espalda.
«No hagas ningún movimiento en falso. Te movés y te quemo», le advirtieron los ladrones a Calcopietro.
El hombre no intentó resistirse en ningún momento y menos luego de las amenazas; sin embargo, no había en su casa lo que los ladrones buscaban.
«Pedían plata todo el tiempo. Me decían que yo seguro que tenía ‘un canuto de guita’ y me mantenían el arma apoyada», contó el damnificado.
Disconformes porque el propio hombre les explicó que todo el dinero lo había invertido en un auto hacía poco tiempo, los asaltantes lo obligaron a recorrer los dos pisos de su propiedad.
Durante todo el episodio, el cuarto ladrón, presuntamente menor, vigilaba lo que ocurría.
Otro vecino del matrimonio había salido a la vereda, alertadoporque su hijita había visto que estaba el portón abierto de la casa donde entraron los delincuentes.
Cuando el hombre salió gritando para verificar lo que pasaba, el ladrón que estaba afuera alertó a sus cómplices para que se apuraran.
Finalmente, los asaltantes lograron huir de la propiedad, sólo con el dinero que el abogado tenía en su billetera.
