La «Ola Naranja» en Avellaneda muestra las miserias humanas

11129923  Con la excusa de apoyar al deporte, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, ha optado por darle a su campaña política un giro hacia el famoso «Pan y Circo», por eso nada mejor que promocionar una pelea de boxeo a llevarse a cabo en Villa La Ñata y poner al «servicio» de tan importante evento la infraestructura de la gobernación.

Mientras en varios partidos de la provincia de Buenos Aires, vecinos doloridos se manifiestan en contra de clínicas y sanatorios, donde la muerte de pacientes parece ser algo menos importante que el deporte, el gobierno provincial se hace el distraído y mira para otro lado, Collia sigue siendo el ministro de salud a pesar de los escándalos y de que a esta altura, no caben dudas que el trabajo del ministerio de mínima es deficiente, sin dejar de lado los posibles casos de corrupción, algo que tampoco asume el gobierno provincial.

Las actividades llevadas a cabo por los referentes de la Ola Naranja local, son de puro clientelismo político, y pasado el 2014, los ex socios que se enfrentaron, hoy vuelven a estar «aliados», Villagra ha hecho las paces con Juárez, lo que da tranquilidad a muchos, al oficialismo, que ahora no tendrá el problema de contener a Juárez para que no «ventile» intimidades de los negocios entre Ferraresi – Barrueco y Villagra, a la UOCRA, cuyo titular Gerardo Martínez a cada uno de los dos le decía lo que querían oír, al resto de los concejales que acusaban a Juárez de querer «cortarse» sola en temas que los hacia ver al resto como una corruptos e inútiles, como sea, para ellos hoy «la casa está en orden».

Con esto ya no es necesario mostrarse apoyando causas justas pero que generan controversias y ataques desde algún medio mercenario, al parecer hay quienes prefieren «tranzar» a soportar los ataques mediáticos y tener palabra.

Cuando los padres denunciantes de la Clínica Nuestra Señora de la Dulce Espera tuvieron que volver a la ciudad de La Plata a entrevistarse con el ministro Collia, los dejaron solos, no había posibilidad de que un micro los lleve a una reunión que más que ser recibidos, debería ser la reacción correcta de un ministro, él debería convocarlos y ocuparse de sus viáticos, porque es indudable que el Estado ha fallado, pero no, los dejaron solos, hoy, leer que se ponen micros a disposición para una pelea «tonta», que solo tiene como objetivo hacer campaña, no hay problemas en poner micros, a pesar que el viaje es más lejos que ir a La Plata.

Podría no escribir nada al respecto y así evitar las criticas que suelen hacer para con los que no callamos ante las injusticias, pero sinceramente me dan pena, priorizan una pelea, nada más primitivo, más corrupto y falto de controles que este deporte, donde incluso muchos de los boxeadores que se suben al ring, pueden terminar perdiendo la vida o quedar postrados sumergidos en la miseria, ya que no tienen cobertura médica ni seguro alguno, al respecto hay muchas quejas de boxeadores por todo esto.

La Ola Naranja sigue derrochando miserias, a los gastos en promotoras, folleterías, ploteado de vehículos, se suman los gastos en referentes conocidos, como el caso de Marcos Di Palma que recibió un pago cercano a los 900 mil pesos por tener entre sus sponsors a la Gobernación del candidato Scioli.

No hay dinero para las escuelas, comedores, hospitales, pero parece que no se miden gastos en todo lo que ayude a la campaña, mientras sus referentes tratan de «picotear» algo por si los votos les fallan.

 

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

Un comentario de “La «Ola Naranja» en Avellaneda muestra las miserias humanas

  1. Aquella segunda reunión con el Misnistro Collia dejó al desnudo también la falta de compromiso que tuvo no solo el ministro de salud, sino también el gobernador, que ante la gravedad de la denuncia nunca se hizo presente ni se dignó a emitir su opinión de lo sucedido. Personalmente creo que tiene sus motivos por ser amigo personal del Dr. Burlando, abogado de la clínica, y fundamentalmente acercarse a los padres para hacer alguna promesa incumplible lo único que haría es reconocer las enormes falencias que han demostrado en el area de salud, dejando en este caso de lado la inseguridad, educación o todos aquellos temas tan escabrosos por los que la sociedad reclama y que todavía no se vieron resultados. Scioli es un candidato presidencial, pero a su vez es el gobernador de la principal provincia argentina, que hace agua por todos lados y de ahí viene el slogan de La ola Naranja, porque si no hay agua no hay olas y la provincia hace agua, no sólo se inunda. Estoy extrañado por algunas actitudes de ciertos concejales, pero a su vez no, porque esto es política y hoy estamos o prometemos acá y mañana vamos por el otro lado. Sólo les pido a aquellos que quieren sacar cierto rédito político que a los padres y madres de los bebés muertos en la clínica de la dulce espera no nos utilizen, que sean sinceros y sensibles, porque nosotros en estas condiciones no queremos jugar, nuestro juego es la justicia y de esta manera nos muestran una carta y juegan con otra. La ola naranja los va a tapar a ellos porque demostraron no saber surfearla. No vaya a ser cuestión que se vuelva a chocar a «La Gran Argentina» porque todos sabemos cuales fueron las consecuencias del choque de aquella lancha, que fuera muy ganadora, pero que terminó tristemente en un museo con un costo muy grande para Scioli (con todo respeto).

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