La historia de la mujer que consiguió su libertad luego de ser vendida

Fue secuestrada por una red de trata y llevada por engaño a Santa Cruz, donde la obligaron a prostituirse. Quedó embarazada y su hija fue enviada ilegalmente a Paraguay, de donde la recuperaron en 2010. Se libró de su proxeneta luego que un hombre la compró y se casó con ella.

Verónica P. es otra de las mujeres que fue secuestrada por una red de trata de personas tras ser engañada para ir a trabajar a Santa Cruz, pero a diferencia de otros casos recuperó su libertad luego de que un cliente se enamoró de ella y se la compró a su proxeneta.

La mujer recibió una oferta laboral mientras se encontraba con sus hijos y otras amigas en una plaza, le prometieron buenas condiciones de contratación y la posibilidad de llevar a sus niños.

Pero cuando viajaron desde el norte del país a Santa Cruz, la realidad era otra: no iban a trabajar en bares, restaurantes, supermercados o casa de familia, tal como les habían prometido, sino quese desempeñarían como prostitutas en una wiskería.

A partir de allí quedó secuestrada por una red de trata de personas que opera en la zona conocida como «Casitas de tolerancia», en Río Gallegos. En su reclusión fue drogada y sometida a la explotación sexual.

En declaraciones a Radio 10, la comisario inspectora de la Policía de Córdoba Claudia Flores, que investiga el caso, señaló que Victoria P era obligada a tener entre 70 u 80 relaciones sexuales por día, y uno de esos clientes la embarazó.

«Durante todo el embarazo la hicieron trabajar, intentaron provocarle abortos de todo tipo pero su hija nació, y a los tres meses la proxeneta se la secuestró y se la llevó al Paraguay», dijo Flores.

Para poder sacar a la menor del país, Victoria P. fue obligada a firmar un papel, y además recibió ayuda de un juez de paz (que ya falleció) que expidió un permiso como turista por un mes. La niña fue entregada al novio de la proxeneta.

Los otros dos hijos (de 3 y 4 años) de la joven habían quedado con su familia, a salvo del calvario que vivía su madre. Luego de insistentes quejas, la mujer  logró viajar a Paraguay para ver a su hija pero con la condición de que llevara a los otros menores, que se encontraban en Córdoba.

«Cuando llegaron, la pareja del proxeneta no dejó que Victoria P. se acercara a su hija, y le exige que deje a los varones; la trae de vuelta al sur argentino, dejando a los menores en Paraguay«, contó Flores.

La libertad

Un tiempo después de este episodio y a varios años de haber sido secuestrada, un cliente se enamoró de Victoria y quiso rescatarla de la red de trata que la mantenía cautiva y la explotaba sexualmente.

El hombre tuvo que comprar a la mujer a su proxeneta y logró así liberarla. Luego de recuperar su libertad, la pareja se casó y volvió a Córdoba, la provincia de origen de la joven.

Ya en tierras cordobesas empezaron a realizar las denuncias pertinentes para desbaratar la red de trata y recuperar a sus hijos. Con la ayuda de la Justicia y de la policía provincial, Victoria P. logró rescatar a los dos varones.

En ese primer tiempo junto a su madre los niños estaban muy violentos y relataron todos los padecimientos que sufrieron en Paraguay. Hoy están bajo tratamiento psicológico.

Finalmente, en 2010 y el día en que cumplía 11 años, la Policía logró rescatar a la niña, que estaba en manos de los proxenetas en Paraguay. Actualmente hay una causa judicial que investiga el caso, que se dio a conocer durante una de las jornadas del juicio por la desaparición y secuestro de Marita Verón.

 

Fotografía:www.tucumanhoy.com

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