La esposa de un Capitán le gritó a Cristina y ahora ordenan el pase a retiro del militar

La historia la protagonizaron el Capitán de fragata Marcelo Toulemonde y su esposa, Mónica Liberatori.

La decisión es el corolario de un proceso que comprendió el relevo de sus funciones, la aplicación de sanciones, la negativa al pedido de vista del expediente y una licencia médica por «trastorno de ansiedad» dice La Nación.

La acumulación de castigos concluyó con la nueva decisión de la junta, que recomendó expresamente su pase a retiro obligatorio.

Incluso, hace un año la propia Armada lo propuso para un ascenso retroactivo a 2008, al sostener que muchas de las imputaciones no tenían sustento y teniendo en cuenta sus méritos y años de servicio. Pero cuando el expediente llegó al Ministerio de Defensa su nombre fue eliminado de la lista de promociones.

«Vivimos un calvario de persecuciones», relató la ingeniera Mónica Liberatori, esposa del Capitán Toulemonde, cuya reacción frente a un discurso de la presidenta Cristina Kirchner en el Colegio Militar el 22 de diciembre de 2007 derivó en una sucesión de represalias contra el oficial naval.

Al recordar el entredicho en el acto oficial, la señora de Toulemonde dijo que no se pudo contener cuando la Presidenta dijo que los militares habían tomado las armas contra el pueblo. «Me indigné y atiné a gritar: «¡Larrabure!»», dijo, en referencia al militar secuestrado por el ERP en noviembre de 1974 y muerto después de un año de cautiverio en una «cárcel del pueblo».

Esa misma tarde, al regresar a Mar del Plata, su lugar de residencia, el Capitán Toulemonde recibió una citación para presentarse de inmediato en Buenos Aires ante el Almirante Godoy, quien le impuso una sanción de siete días de apercibimiento por «no controlar a su esposa».

Toulemonde se desempeñaba como Jefe del Arsenal Naval de Mar del Plata y fue relevado del puesto. Recibió luego otras imputaciones, que lo hacían responsable por presuntas demoras en la entrega de repuestos de un barco y por la rotura de un motor. «Se le negó el derecho de defensa y luego se comprobó su inocencia», resumió su esposa.

(Fuente: La Nación)

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